El Gobierno de Estados Unidos acusa a las tropas de Rusia de cometer “atrocidades generalizadas” en su invasión de Ucrania. Dice el secretario estadounidense de Estado, Antony Blinken, que estos abusos están saliendo a la luz a medida que los rusos se retiran de ciudades que habían ocupado o sitiado.
Por 20Minutos
El informe anual de derechos humanos del Departamento de Estado norteamericano detalla los abusos de los que se acusa al ejército de Putin. Este documento sirve de guía al Congreso de EE UU a la hora de determinar la ayuda exterior que se concede a cada país.
Ante los periodistas, Blinken ha citado el testimonio de mujeres y niñas que han sido violadas, así como infraestructuras civiles bombardeadas, como un teatro y una estación de tren. No obstante, EE UU dice no estar en posición de confirmar un supuesto ataque químico contra la ciudad portuaria de Mariúpol.
Las acusaciones contra Rusia también llegan de organizaciones de derechos humanos como Human Rights Watch (HRW). En un informe publicado a principios de abril aseguraba que las tropas rusas en Ucrania han llevado a cabo ejecuciones sumarias y otros abusos que podrían constituir crímenes de guerra.
La fiscal general de Ucrania habló el 4 de abril de “más de 4.000 crímenes de guerra” cometidos por parte de las fuerzas rusas desde el inicio de la invasión. Esta que sigue es, en resumen, la geografía de la infamia y el dolor en suelo ucraniano:
Bucha
Esta localidad cercana a Kiev estuvo asediada por las tropas de Putin durante semanas. Tras su retirada, se descubrieron cientos de cadáveres en sus calles, algunos con las manos atadas a la espalda, como han documentado sobre el terreno reporteros de medios internacionales. Se recuperaron los cuerpos sin vida de al menos 410 civiles. Cinco de ellos se hallaron en el sótano de un hospital infantil con signos aparentes de tortura.
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