Human Rights Watch (HRW) cuestionó este sábado la política de Bolivia de “aliarse” con regímenes autoritarios tras la votación en la Organización de Naciones Unidas con la que se opuso junto a Cuba, Rusia y Venezuela a la renovación de un mecanismo humanitario en Bielorrusia.
“Bolivia votó hoy en contra de la renovación del mecanismo de la ONU que investiga tortura y otros abusos en Bielorrusia”, alertó César Muñoz, uno de los principales investigadores de la organización defensora de los derechos humanos HRW.
Muñoz aseguró en su cuenta de Twitter que el Gobierno del presidente boliviano, Luis Arce, “continúa con su política de aliarse con regímenes autoritarios y oponerse a la defensa de los derechos humanos”.
El investigador acompañó su tuit con una imagen que detalla la votación de otros países como China y la nación africana de Eritrea que completaron los seis votos en contra de la resolución, incluida Bolivia, frente a 22 a favor y 19 abstenciones en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
La resolución del Consejo de la ONU se refiere a la situación de los derechos humanos en Bielorrusia previa a las elecciones presidenciales de 2020, en una campaña en la que hubo manifestaciones y detenciones de candidatos, periodistas y opositores.
La votación de Bolivia en instancias internacionales se ha caracterizado por acompañar o al menos no ser contraria a la de países con los que tiene afinidad ideológica como China, Cuba, Rusia, Venezuela, entre otros.
La postura boliviana recientemente también había sido blanco de críticas de sectores de la oposición del país que consideraron que las abstenciones en resoluciones de la ONU, como la que exigió la retirada rusa de Ucrania, son contrarias a las disposiciones de la Constitución boliviana.
La Constitución boliviana declara al país como un “Estado pacifista” y señala que “rechaza toda guerra de agresión como instrumento de solución de diferendos y conflictos entre Estados”.
No obstante, los representantes diplomáticos bolivianos aseguraron que una abstención implica no estar de acuerdo con ninguna de las dos partes y seguir las vías pacíficas como el derecho internacional para la solución de conflictos.
Bolivia ha seguido una línea similar de abstención o rechazo en otras resoluciones sobre conflictos anteriores como en Afganistán, Irak, Libia, Palestina o Siria. EFE