Mientras el foco internacional sigue puesto en la guerra de Ucrania, Corea del Norte lanzó este jueves lo que parece ser un nuevo misil balístico intercontinental (ICBM). Se trataría del primer ensayo de este tipo de proyectil desde noviembre de 2017, una muestra más de la voluntad del régimen de Kim Jong Un por mejorar y desarrollar su ya potente arsenal.
Por La Vanguardia
Tras estos hechos, el Ejército de Corea del Sur realizó una prueba de fuego real con múltiples misiles balísticos y tácticos. Esta prueba, confirma su capacidad de llevar a cabo un ataque de precisión, si fuera necesario, contra la ubicación de cualquier lugar de lanzamiento de misiles de Corea del Norte, según declaró en un comunicado el Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur.
El Hwasong-17 se lanzó en un ángulo casi recto para trazar una parábola muy pronunciada (y para “tener en cuenta la seguridad de los países vecinos”, según KCNA) y cayó en aguas japonesas a solo 150 kilómetros de Hokkaido, lo que deparó las protestas de Tokio por el hecho de que Pionyang no notificara a las autoridades de tráfico marítimo y aéreo.
El líder Kim Jong-un firmó la orden de lanzamiento de su puño y letra, como acostumbra a hacer el régimen con los ensayos de ICBM, y, enfundado en gafas de sol y chaqueta de cuero, presenció la prueba desde un vehículo adaptado situado en los alrededores del aeropuerto de la capital norcoreana.
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