Un hombre de Tennessee pasó décadas viviendo con un nombre falso. Nadie conocía su verdadera identidad, ni siquiera su novia de los últimos 30 años y madre de sus tres hijos.
Por El Nuevo Herald
Hasta que un pequeño detalle llevó a las autoridades a su verdadera identidad: la vacuna contra el COVID-19.
Jerry Leon Blankenship, de 65 años y de Newport, una ciudad unas 50 millas al este de Knoxville, llevaba usado la identidad de otra persona desde principios de los años 1980, según documentos judiciales obtenidos por McClatchy News.
Cameron C. Kuhlman, abogado defensor de Blankenship, no respondió de inmediato a una solicitud de declaraciones de McClatchy.
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