La oposición nicaragüense celebró este miércoles la “valentía” del embajador de Nicaragua ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), Arturo McFields Yescas, quien decidió dejar de “guardar silencio” y denunció la “dictadura” del Gobierno del presidente Daniel Ortega en el país.
“Saludamos la valentía que ha tenido el embajador McFields. Es esperanzador que funcionarios del Gobierno de Nicaragua empiecen a hablar y a ventilar en estos espacios tan importantes, como la OEA, lo que está pasando dentro de la configuración de la dictadura Ortega Murillo”, dijo a Efe Marlon Caldera, miembro del Consejo Político de la opositora Unidad Nacional Azul y Blanco.
Horas antes, en una sesión telemática de la OEA, McFields había tomado la decisión de “denunciar la dictadura de mi país”, algo que, según afirmó, “no es fácil, pero seguir guardando silencio y defender lo indefendible, es imposible”.
La poetisa y escritora nicaragüense Gioconda Belli, quien se encuentra en el exilio, comentó en un tuit que es “bueno saber que quedan personas con calidad y ética en Nicaragua para denunciar desde dentro lo que sucede en ese Gobierno”.
“Arturo McFields ha dado hoy ejemplo de coraje y patriotismo. Sus palabras, al renunciar a ser embajador nicaragüense ante la OEA, son claras y valientes”, sostuvo la autora.
Para Caldera, la posición del embajador nicaragüense “demuestra que dentro del sistema del Gobierno sandinista está ocurriendo una implosión”.
“Hay fisuras, porque los mismos funcionarios no aguantan el actuar de la dictadura”, consideró.
En tanto, la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, que fue la contraparte del Gobierno en una fallida mesa de negociación con la que se buscaba una salida a la crisis que vive el país desde abril de 2018, saludó “el valiente paso que ha dado el embajador Arturo McFields en la OEA”.
“Su coraje inspirará a que la mayoría de los funcionarios que hoy son rehenes de la dictadura de Daniel Ortega puedan liberarse de tanta humillación, extorsión, chantaje y violencia”, apuntó.
Por su lado, también se pronunciaron jóvenes que estuvieron encarcelados tras participar en unas manifestaciones contra unas reformas a la Seguridad Social que se tornaron en un movimiento de protesta contra Ortega y que, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), dejó al menos 355 muertos.
“Estoy impresionado de la valentía del embajador de Nicaragua Arturo Mcfields en denunciar la dictadura de Ortega. Da esperanza saber que debe haber más personas como él”, dijo Levis Rugama en un tuit.
“En Nicaragua sabemos reconocer la voz de quienes, aunque con miedo a represalias, la elevan para hablar con verdad, como Arturo. Desde el silencio siempre hay una muerte paulatina del alma y la dignidad. Ojalá esto haga que los demás funcionarios censurados y reprimidos hablen”, señaló Valeska Valle.
Seguidores de Ortega, como la página Juventud Sandinista 5.1, colgó un cartel con una fotografía de McFields saludando al secretario general de la OEA, Luis Almagro, con la leyenda de “traidor” y “vendepatria”.
El embajador nicaragüense también ha recibido el apoyo de la Embajada de Estados Unidos en Managua y del propio Almagro.
Hasta ahora el Gobierno de Nicaragua no se ha pronunciado sobre la denuncia de su embajador ante la OEA.
EFE