“De manera extraoficial, como acostumbran hacer, pero de muy buena fuente, hemos conocido las tablas de sueldo aprobadas para el sector universitario. Son escoria. El régimen de Nicolás Maduro insiste en afectar negativamente a la educación y todos los derechos laborales en Venezuela. Las tablas son regresivas. No respetan ni siquiera los supuestos acuerdos, que son imposiciones, de la última, también supuesta, Convención Colectiva Única; en ella, el punto de partida para los sueldos era de tres salarios mínimos. Aquí, en estas tablas, se reduce el mínimo, y se acortan o achatan todas las escalas. De tal manera que los posibles estímulos laborales desaparecen. Estas tablas no cumplen en nada con las expectativas generadas con el anuncio del medio petro, en su momento, del salario mínimo. Con razón tardaron tanto en anunciarles, con nocturnidad y secretismo,como suelen hacer, buscando esquilmar derechos de los universitarios del modo que fuera. Si un país no puede sostener la vida de sus ciudadanos con los sueldos, debe procurar ayuda internacional. Pero todos sabemos que nos es el caso. ¿Como el plan Universidad Bella es mayor en recursos que el presupuesto universitario, por ejemplo?”.
“Lo que conocemos del ajuste no cumple con la intangibilidad de los derechos laborales, ni con su progresividad, ni con los establecido como derechos humanos, o constitucionales. Eso no solamente no alcanza para la vida digna, para cubrir con lo que la OIT denomina trabajo decente, sino que revierte toda el entramado que ellos mismos en aspectos laborales universitarios habían impuesto. Reducen la antigüedad, reducen los efectos de otros bonos. En fin, es un ajuste miserable, que maltrata aún más a los universitarios, especialmente a los profesores. Es una especie de despido indirecto más. Impensable así ningún regreso a la presencialidad ni a la normalidad académica en las universidades”.
Nota de prensa