La cantante Céline Marie Claudette Dion está mal. Sus problemas de salud no le dan tregua. Es que otra vez tuvo que cancelar su gira Courage por los Estados Unidos. “Tenía muchas esperanzas de estar lista para volver al escenario ahora, pero me doy cuenta de que tengo que ser más paciente. Estoy desconsolada. Me siento tan mal por decepcionarlos. Lamento especialmente decepcionar a todos los fans que han estado haciendo planes para venir a Las Vegas. Ahora tengo que concentrarme en mejorar. Quiero superar esto tan pronto como pueda”, se lamentó la artista en su cuenta de Twitter.
Por Infobae
Por la pandemia, Dion ya había suspendido sus shows programados en la ciudad de Las Vegas, en el Resort World Theatre, donde se iba a presentar entre noviembre de 2021 y febrero de 2022. El presidente del teatro, con capacidad para cinco mil persona, envió un mensaje de apoyo a Céline: “Si hay algo que estos tiempos difíciles nos han enseñado es que nada es más importante que el bienestar. Le deseamos una pronta recuperación y esperamos darle la bienvenida a nuestro hogar cuando se sienta lista y capaz de actuar de nuevo”.
El próximo 9 de marzo tenía previsto retomar su gira en Denver, que se extendería hasta el 22 de abril para cantar en otras 15 ciudades de los Estados Unidos y Canadá. “Los espasmos musculares severos y persistentes” que sufre desde hace tiempo le están impidiendo subir a los escenarios para brindarle a su millones de seguidores su exquisita voz. “Está tardando más de lo que se esperaba”, señaló la empresa que la representa.
Céline Dion había podido cumplir con los primeros 52 shows de la gira antes del inicio de la pandemia de Covid-19, en marzo de 2020. Ahora, se prevé que la estrella de la música retome sus presentaciones el 25 de mayo en Birmingham, en el Reino Unido. “Seré tan feliz cuando recupere la salud, la pandemia haya quedado atrás y vuelva a subir al escenario”, se ilusionó la artista canadiense, oriunda de la ciudad de Quebec.
Durante la famosísima Paris Fashion Week, celebrada entre el 27 de septiembre y el 5 de octubre de 2021, la mega estrella se convirtió en la gran protagonista del evento. Por sus impecables looks, pero también por su extrema delgadez. Una de las noches impactó con su glamoroso vestido negro y un escote muy pronunciado. Ese atuendo dejaba entrever la gran pérdida de peso que había sufrido la cantante.
Consciente de que los ojos del mundo se estaban posando en su figura con preocupación, aceptó una entrevista en Good Morning America para ¿despejar las dudas? sobre su extrema delgadez: “¿Estoy delgada? Es cierto que estoy un poco más delgada, pero todo está bien, nada va mal”.
Es que hace más de una década que circulan fuertes rumores sobre los supuestos trastornos alimenticios de Céline. En sus apariciones públicas se puede ver un cuerpo demasiado delgado, los huesos muy marcados y músculos poco tonificados. Pero la intérprete de My Heart Will Go On lo desmiente cada vez que tiene la oportunidad. “No soy anoréxica”, sostiene con firmeza.
La autora de The Power of Love adjudica su escualidez al baile que practica cuatro veces por semana con el bailarín Pepe Muñoz. Según Céline, únicamente con esta danza se mantiene en forma sin la necesidad de hacer ningún tipo de dieta. “Simplemente hago lo que me gusta”, argumentó.
Con respecto a Muñoz, quien se ha convertido en una sombra de la cantante, Celine le dijo a The Sun que no había que ver allí un romance. “Somos amigos, mejores amigos. Claro que nos abrazamos y nos damos la mano y salimos juntos, y eso es lo que se ve. Él es un caballero, y me coge de la mano para escoltarme cuando salimos de algún sitio”, y dijo estar sin compromisos.
No son pocos los que atribuyen su excesiva delgadez al fallecimiento de su marido, el 14 de enero de 2016, víctima de un cáncer de garganta, a los 73 años.
René Angélil fue -y tal vez seguirá siendo- su único hombre. Su único amor. “Fue el primero y el único que me besó. Fue el hombre de mi vida, mi compañero… Éramos uno. Tal vez por eso cuando se fue, cuando dejó de sufrir, me dije que estaba bien, que no merecía seguir sufriendo. Pero lo amo. Todavía estoy enamorada de él, aunque mi vida no está vacía de amor: tengo a mis hijos y a mi público. Sin embargo, antes de dormir imagino que está a mi lado, que me acuesto con él, que seguimos casados… -fueron las palabras dolidas de esta mujer que enviudó muy joven-. Fue muy duro ver al hombre de mi vida morir de a poco cada día. Pero cuando falleció fue como un alivio porque dejó de sufrir”.
Dion luchó a brazo partido para superar el tremendo dolor que le causó la partida de su compañero por más de 20 años. “No puedes dejar de vivir”, reflexionó sobre cómo lograr la fuerza necesaria en momentos tan terribles.
No fue la única batalla que Céline tuvo que enfrentar: poder concebir a sus tres hijos le costó años y años de tratamientos, hasta que aparecieron las anheladas fecundaciones in vitro.
El apoyo de sus tres hijos, René y los mellizos, Eddy y Nelson, fue decisivo para enfrentar la vida sin René.
Céline Dion nació el 30 de marzo de 1968, en un pueblito pobre de Quebec, Canadá. Sus padres, franco-canadienses, Adhémar Dion y Thérése Tanguay, celebraron la llegada al mundo de la última de catorce hijos. Ese día nacía quien se convertiría años después en una de las estrellas más rutilantes de Hollywood.
Céline tenía un sueño: “Quiero ser cantante, quiero ser una estrella”, anunció con apenas 12 años. En la familia no la tomaron en serio ni cuando dejó la escuela en séptimo grado. “Para que no me aleje de la música”, se excusó Dion.
Totalmente decidida a perseguir su ilusión, un tal René Angélil, de 38 años, representante de artistas sin mucha suerte, descubrió la voz de esa nena con aspiraciones de estrella.
Un día, Céline, con su hermano Jacques y su madre, compuso su primer tema: Fue sólo un sueño, lo grabó, y su hermano Michel le mandó el disco a René Angélil. Sin dudar, el hombre hipotecó su casa para financiar el primer álbum de la que sería el amor de su vida.
Su privilegiada voz desató un tsunami de fans, de premios, de montañas de discos vendidos: más de 170 millones de álbumes, cinco Grammy, y hasta la Legión de Honor, máximo e histórico galardón francés.
Pero, entretanto, la historia entre aquella niña de 12 años y aquel representante se fue modelando hacia varios escalones más arriba.
Cuando Céline cumplió 19 años y René, 45, comenzó el romance que se transformaría en boda un año después. Sin embargo, no blanquearon su amor por temor al “qué dirán” por la significativa diferencia de edad. Pero el amor no entiende de números.
Recién en 1993 ella reveló su amor por Angélil cuando le dedicó su tercer álbum El color de mi amor.
Cuando ya se había convertido en una mega estrella, antes de salir al escenario, Céline Dion apretaba con su mano izquierda la mano derecha de René Angélil. Era como una cábala infalible. Un ritual que solo la muerte interrumpiría.
Cuando partió René, también partió esa mano cálida que la calmaba, la arropaba.
No soportaba tanta ausencia. Esa falta desgarradora. Pero una luz dio forma a una idea que hasta hoy la acompaña. Hizo tomar un molde de la mano de René que apretaba antes de cada show y el artista lo pasó al bronce para después bañarlo en oro.
Y de ese modo, esa mano fría, pero ardiente en el recuerdo siempre presente de la mujer que lo amó, René sigue guiándola desde algún lugar.
En su casa, sobre un sencillo pedestal, esa mano de oro la acompaña a ella y a todos los que lo quisieron.
Y es en ese silencio, ese silencio que invade el espacio antes de entrar al escenario, que renace el recuerdo de René dándole la fuerza a Céline para que brille tanto como cuando él le tomaba su mano.