Adolfo Pereira, gobernador chavista del estado Lara, viajó a las minas del sur de Venezuela para aplaudir que un grupo de hombres, labore sobre un agujero de más de 35 metros sin la debida protección para garantizar su integridad física.
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“Aquí estamos, en uno de los barrancos, con gente que está trabajando para Venezuela”, celebró Pereira mientras un minero “a pata pelada” era sacado del hoyo con una rudimentaria polea. “Esta es gente que apuesta a Venezuela, pura gente trabajadora de Ciudad Bolívar”, agregó el desentendido político.
Pereira estaba acompañado por el presidente de la Empresa de Minerales Estratégicos Reservados Lara (Emerlara). “Vamos a pasar revista y a ver cómo se hace realmente un trabajo de minería”, comentó el gobernador larense, quien parece no tener idea de la invención de los cascos de seguridad.
De acuerdo con las afirmaciones del vocero chavista, tales riesgos le sirven para “proyectar a la Venezuela potencia”.
Lo cierto es que, en medio de las evidencias de la minería ilegal en el sur del país, incluso en parques protegidos, el chavismo solo ha logrado la debacle del sector minero, otrora fuente de recursos financieros y estratégicos.