Víctor Urbáez, secretario general del Sindicato de Telecomunicaciones del estado Anzoátegui (Sutea), aseguró que Barcelona es la que registra mayor deficiencia en la región, en cuanto a servicios de telefonía e internet dependientes de la Compañía Anónima Nacional Teléfonos de Venezuela (Cantv).
Por Javier A. Guaipo / Corresponsalía lapatilla.1eye.us
El vocero basa su afirmación en que hay un gran número de usuarios con hasta seis años incomunicados por esta vía, y que hasta la fecha siguen desasistidos por la empresa estatal.
“Las zonas más críticas son las que cuentan con cables de cobres masivos que tienen entre mil y dos mil pares telefónicos. Esto se puede considerar un exceso, puesto que muchos de esos cables presentan averías, están dañados o simplemente inactivos”, explicó.
Urbáez agregó que la siguiente localidad en el orden de perjudicados por Cantv es Puerto La Cruz. Pero en esta jurisdicción la problemática tiene su origen en las centrales, con los equipos que permiten que fluya el internet.
“En sectores como Oropeza Castillo o El Paraíso los inconvenientes con el servicio se deben a tarjetas deterioradas o equipos obsoletos que ya han superado su vida útil”.
El sindicalista enfatizó que las dificultades para acceder al internet o contar con la línea telefónica de la empresa estatal son un mal a nivel nacional, pese a que en los últimos meses se han hecho trabajos para mejorar y restituir el servicio en un gran número de comunidades.
“Hay lugares donde las redes se encuentran en un nivel medianamente bueno. Sin embargo, es bastante difícil dar algún tipo de garantía porque en cualquier momento puede surgir un problema”.
Afectados
Carmen García y Mariela Deseda, usuarias de Cantv residenciadas en los sectores barceloneses Álvarez Bajarez y Guamachito, respectivamente, señalaron que a mediados de 2022 cumplen cinco años desde la última vez que disfrutaron de los servicios de la compañía de telecomunicaciones nacional.
En el caso de García, ha hecho el reporte en reiteradas oportunidades sin obtener ninguna respuesta satisfactoria, aún cuando siguen cobrándole mensualmente como si todo estuviese funcionando normal.
“Cada vez que voy a la oficina o llamo me dan el número de reporte y me dicen que debo esperar la visita del personal técnico. Llevan cuatro años y medio con el mismo cuento y nada, pero para cobrar sí son buenos”, expresó.
Mientras tanto, Deseda notificó la falla no más de tres veces y luego se olvidó de eso porque asumió que era un caso perdido.