Por muchas vueltas que le dé, Jim Wood sigue sin considerar a Joe Biden su presidente. “No creo que haya salido elegido”, afirma este exmilitar, que hace un año se manifestó en el Capitolio y ahora organiza la resistencia.
“Cuando vi los resultados de las elecciones, me dije que algo no cuadraba“, declaró a la AFP este estadounidense de 62 años desde su casa de New Hampshire, rodeada de robles, abedules y viviendas con banderas en las que se lee “TRUMP”.
Según él abundan las pruebas de que las elecciones presidenciales de 2020 se las robaron a Donald Trump. Se imagina máquinas defectuosas que se olvidaron de contar papeletas, votos por correspondencia fraudulentos, votantes “fantasmas”… “¡Hay tantos!”, insiste, pero “los medios de comunicación grandes las silencian”.
Este exmecánico de las Fuerzas Aéreas, que durante años reparó los famosos bombarderos estadounidenses B-52, ha dejado de mirar la televisión, a excepción de las previsiones del tiempo, “e incluso ya no me las creo mucho”.
Cuando Trump llamó a sus partidarios a congregarse en la capital estadounidense el 6 de enero de 2021, el día en el que los congresistas debían certificar la victoria de Biden, Jim Wood dijo presente y se fue a Washington.
– Aclarar las cosas-
En medio de la marea humana, este hombre de mirada penetrante se sintió “por fin” comprendido. El caos se apoderó entonces del Capitolio.
Jim Asegura que no entró en el templo de la democracia estadounidense y denuncia los actos de violencia cometidos en su interior.
“Pero cuando llegué a casa, me hice la promesa de que me involucraría más”, afirma.
– “Simple soldado” –
Meses después, el sexagenario descubrió la existencia de un grupo de Facebook que promete “proteger” las elecciones en su estado y aclarar los supuestos “fraudes” de 2020.
Con la ayuda de una aplicación móvil, los activistas del “New Hampshire Voter Integrity Group” contactan con los habitantes de este estado fronterizo con Canadá en busca de alguna prueba del fraude electoral del que están tan profundamente convencidos.
Jim Wood, quien se describe como “un simple soldado” de este grupo que afirma tener 5.200 miembros, quedó encantado con la idea.
Una iniciativa sorprendente dado que las autoridades han negado hasta la saciedad todas las acusaciones de fraude en las elecciones de 2020. Aun así cuenta con apoyo en un país donde las encuestas muestran que bastante más de la mitad de los votantes republicanos siguen pensando que a Trump le robaron las presidenciales.
– Objetivo: 2022 –
Conscientes de estas estadísticas, estos activistas se han embarcado desde entonces en una lucha mucho más ambiciosa: influir en todas las elecciones, de cualquier tipo.
Es decir, desde las elecciones a los consejos escolares y municipales hasta los comicios legislativos y al Senado. El caso es ir sustituyendo poco a poco a todos los que “no honran” la Constitución estadounidense, con, por supuesto, los comicios de medio mandato, en noviembre de 2022, en el punto de mira.
“Se trata de comenzar desde los peldaños más bajos”, describe Jim Wood, “e ir subiendo desde allí”.
Se han organizado campañas de recaudación de fondos en varios candidatos.
“Estamos presentes en todo el país”, afirma la presidenta del “New Hampshire Voter Integrity Group”, Marylyn Todd, una contable que dice buscar la “verdad”.
Ha habido iniciativas similares en Utah, Pensilvania, Nebraska, Michigan … y cuentan con el apoyo del principal interesado, Donald Trump.
Jim Wood se siente orgulloso de que sus conciudadanos se movilizaran después del 6 de enero. Ese día confesó en Washington a la AFP que estaba dispuesto a “sacrificarse” para proteger sus derechos.