La pandemia ha producido grandes cambios en el planeta y el periodismo no es ajeno a estos.
Por VOA
Los periodistas no solo han estado expuestos al contagio del COVID-19, sino que han denunciado actos de censura, hostigamientos y falta de información por parte de fuentes estatales que aprovechan la pandemia para atentar contra la transparencia.
El informe sobre la libertad de prensa de 2021 de Reporteros sin Fronteras (RSF) dice que la crisis del coronavirus ha servido para acelerar la censura en América Latina y creado dificultades para acceder a la información sobre el manejo de la pandemia por parte de los gobiernos de la región.
Cuba, Honduras, Venezuela, México y Nicaragua son los países de América Latina de más baja clasificación en el informe, pero la organización advierte de un deterioro generalizado en toda la región.
Incluso, la organización advierte que la región sufrió el peor retroceso (+2,5%) entre los indicadores regionales, una situación que se vio agravada por la pandemia de COVID-19.
“El coronavirus ha actuado como una especie de acelerador de la censura”, dijo en entrevista con la Voz de América el director de Reporteros Sin Fronteras (RSF) para América Latina, Emmanuel Colombié, aludiendo a que se trata de una situación que ocurre a nivel regional y global.
En la más reciente asamblea de la de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), los comunicadores señalaron que, al finalizar la pandemia, ”cuando el COVID-19 sea un recuerdo o al menos una enfermedad menos mortal”, quedarán algunas “llagas”, como” la censura, las pulsiones autoritarias, la intolerancia y la multiplicación de los ‘desiertos informativos’”, dijo en un artículo Carlos Jornet, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP publicado en el anuario “Tendencias 2022 – Encuentro de creadores y periodistas en la nueva economía” de la Story Baker Academy.
Para Jornet, uno de los países donde la libertad de expresión se ha visto claramente vulnerada es Nicaragua. Allí, dice, el gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo “buscó ahogar toda voz crítica desde meses antes de los comicios presidenciales del 7 de noviembre”.
Un informe de Periodistas y Comunicadores Independientes de Nicaragua (PCIN) señala que se registraron al menos 54 violaciones a la libertad de prensa, expresión y movilización durante las elecciones de ese país.
En Nicaragua, añade Jornet, se reprodujeron prácticas aplicadas en Cuba y Venezuela, con persecución a opositores, intelectuales y periodistas.
Además, señaló, son prácticas que “empiezan a vislumbrarse también en El Salvador”. En ese país, según le dijo Serafín Valencia, relator de libre expresión de la Asociación de Periodistas de El Salvador (APES) a la VOA, desde la llegada del presidente Nayib Bukele “ha habido un bloqueo sistemático al trabajo de la prensa”.
Crisis económica
A estos problemas se le suma, según Jornet, la pérdida de sostenibilidad económica por la caída de ingresos, “limitado apoyo estatal para superar la crisis y la insuficiente retribución por el uso de los contenidos que realizan las plataformas globales”.
Este año, medios de comunicación y periodistas han denunciado prácticas abusivas en el mercado de la publicidad digital y exigen más derechos al respecto.
Representantes de organizaciones de periodistas de América Latina han puesto de manifiesto la necesidad de velar por la libertad de prensa frente a la grave crisis económica, acentuada por la pandemia.
La financiación independiente es una solicitud que se repitió entre los periodistas que participaron en el evento sobre la libertad de prensa, previo a la Cumbre Virtual para la Democracia.
Aumento de periodistas encarcelados e impunidad
El Comité para la Protección de Periodistas (CPJ) indicó en su informe este año que el número global de periodistas detenidos alcanzó una cifra sin precedentes. Cuba, Nicaragua y Brasil aparecieron en la lista de países con comunicadores encarcelados.
La entidad considera que ha sido un año desolador para los defensores de la libertad de expresión, con 293 periodistas encarcelados en todo el mundo —de 280 el año pasado— 24 muertos haciendo su trabajo y 18 fallecidos en circunstancias sospechosas.
El Comité también publicó un informe del Índice de Impunidad Global, el cual señala que nadie ha sido enjuiciado en el 81% de los casos de asesinato de periodistas en los últimos 10 años.
México ocupa el sexto puesto en el índice por segundo año consecutivo y el CPJ recalca que “los medios continúan siendo atacados con frecuencia alarmante”.
Según el texto de Jornet, países como México, Brasil, Colombia y las zonas más calientes del narcotráfico en Centroamérica “son las áreas críticas por el número de amenazas, atentados y asesinatos contra quienes se atreven a investigar el accionar del crimen organizado y de quienes lo protegen desde el poder”.
De acuerdo con cifras de la SIP, desde 1997 fueron asesinados 594 periodistas en 20 países de las Américas. “Un 87 por ciento de los casos sigue sin ser resuelto”, agrega Jornet, quien enfatiza la falta de compromiso de los gobernantes para garantizar el ejercicio de la profesión.
Periodismo, enemigo del pueblo
Jornet también señala que es común que los “gobiernos populistas” hagan mala fama de la prensa, descalificándola y llamándola “enemiga del pueblo”.
Según el vocero de la SIP, este es el discurso de los presidentes de México, Nicaragua, El Salvador, Venezuela, Brasil, Perú, Argentina, y hasta del ex presidente Donald Trump en Estados Unidos.
A esto, dice, se le suma el hostigamiento verbal, el acoso judicial y administrativo, la requisa de equipos e instalaciones o persecuciones que fuerzan a decenas de periodistas al exilio, así como “el bombardeo sistemático en internet contra la honra de reporteros y reporteras” y “burlas y críticas son particularmente agresivas con periodistas mujeres”.
¿Qué esperar?
El panorama para el 2022 no da señales de optimismo. El contexto, dice Jornet, es preocupante. Pero hace un llamado a que no muera la libertad de expresión y se desarrolle “una prensa sólida, vigorosa, que ayude a expandir el debate ciudadano”.
Los periodistas, en especial en países en crisis, han creado medios independientes y se han patrocinado con medios diferentes a los comerciales, como es el caso del medio hondureño Contracorriente.
Por otro lado, Dari?o Gallo*, gerente de Gestión Periodística de Infobae, dice en el texto de la Story Baker Academy que “más alla? de modas e influencias, los sitios de noticias deberán tratar de encauzar su camino después de la explosión digital post pandemia. Es hora de enfocarse en fidelizar a los usuarios y ya no en la búsqueda desesperada de clics”.
Y quizás una de las tendencias que ya vienen dándose en el mundo es el periodismo de colaboración. Según le dijeron investigadores de Los Papeles de Pandora a la VOA, el periodismo de investigación debe aliarse no solo por la crisis por la que pasa el oficio, a nivel económico, sino por los resultados tan positivos que genera la colaboración.
En “América Latina, la unión de fuerzas periodísticas ha provocado un renacimiento para los medios de comunicación de la era digital”, escribió Horacio Ruiz, director de Publicaciones de la SIP.