Un padre que fue diagnosticado con cáncer pudo conocer a su segundo hijo el mismo día en que murió luego de que su esposa pasara por un procedimiento de parto inducido.
Por univision.com
En enero pasado, John Brinton Parke, de Hartford (Connecticut), fue diagnosticado con un extraño tipo de cáncer que afecta los riñones. En ese entonces, su primer hijo, Briton, tenía apenas 6 meses.
Ese mismo mes, Jb Parke, de 33 años y quien trabajaba en una línea aérea, se sometió a una cirugía para remover el tumor que su esposa, Haley Parke, describió como del tamaño de una pelota de softball. Luego vinieron los tratamientos de quimioterapia y algunos ensayos clínicos que, desafortunadamente, no ayudaron a reducir el cáncer.
Segundo hijo
Aproximadamente cuatro meses después, Parke recibió la terrible noticia de que su enfermedad era terminal. La pareja decidió tener un segundo hijo.
“Dado que el diagnóstico era terminal, decidimos tomar la decisión de tener otro hijo 10 meses después del parto de nuestro primer hijo”, dijo Haley Parke al programa Good Morning America. “Queríamos asegurarnos de que nuestro hijo tuviera un hermano y esperábamos que mi esposo tuviera más tiempo con nuestro segundo hijo”.
Haley Parke quedó embarazada en abril usando un embrión congelado que la pareja había almacenado después de someterse a una fertilización in-vitro (FIV) también para su primer hijo.
Al mismo tiempo, el cáncer se fue extendiendo en el cuerpo de Jb Parke. Haley Parke contó que ella y su esposo intentaron mantenerse positivos con la esperanza de que los médicos pudieran extender lo más posible la vida de él.
Unos días de vida
Jb Parke debió set internado de emergencia el domingo 28 de noviembre en el hospital de Hartford por complicaciones de su enfermedad.
El miércoles 1 de diciembre, los médicos del hospital se reunieron con la pareja para notificarles que la esperanza de vida de él se había reducido a solo unos días. Pero todavía faltaban tres semanas para la fecha de parto.
Entonces, la pareja decidió pedir a los médicos una inducción para dar a luz. “Sin dudarlo, el equipo de la UCI se comunicó con el jefe de los médicos de parto… Me ofrecieron una inducción tan pronto como estuviera lista”, escribió Haley Parke en su cuenta de Facebook.
“Le di un beso de despedida a mi dulce esposo y le dije que fuera fuerte y que se aferrara a mí y al bebé; él dijo que lo haría”, afirmó.
Horas claves
La misma noche del miércoles, personal del hospital comenzó la inducción con la esperanza de realizar un parto rápido y vaginal. Sin embargo, las horas transcurrieron y el trabajo de dar a luz no se lograba.
Unas horas más tarde, a las 8:00 am del jueves 2 de diciembre, un equipo de médicos ingresó a la habitación de Haley Parke para informarle que la condición de salud de su esposo estaba deteriorándose rápidamente y que no podría resistir más de unas horas. Se le comunicó que o era cesárea o su esposo no tendría la oportunidad de conocer a su hijo.
“Sin dudarlo dije ‘vamos’ y lo hicimos”, escribió la mujer. “En cuestión de literalmente un minuto, estaba en el quirófano, y tan solo 20 minutos después, nació nuestro hijo”.
Las enfermeras le dieron a la mujer a su bebé para que le diera un beso y, enseguida, lo trasladaron dos pisos arriba para colocarlo en el pecho de su papá.
“Los signos vitales de Jb mejoraron instantáneamente. También reconoció que nuestro hijo estaba allí haciendo pequeños movimientos de cabeza y dulces gemidos”, afirmó Haley Parke.
Después de atender a la madre, el personal del hospital la trasladó a la misma habitación donde se encontraba su esposo.
Haley Parke contó que su marido “respiró por última vez con nuestro hijo en el pecho y mi mano en la suya”.
Con solo 20 pulgadas de largo y siete libras y cuatro onzas de peso, el pequeño fue nombrado John Beeson Parke, Jb Parke, en honor a su padre. El bebé se encuentra sano después de pasar unas semanas en una incubadora del hospital.