El Tiempo: Las visitas a Bogotá de la predicadora rusa que inquieta a las autoridades

El Tiempo: Las visitas a Bogotá de la predicadora rusa que inquieta a las autoridades

Tatiana Em estuvo una década en Venezuela, un año en Colombia, y en 2020 retornó a Rusia. FOTO: Archivo particular

 

Trabajó con militares rusos y venezolanos y terminó dando sermones para una iglesia en Suba.

Por El Tiempo





Avarios feligreses les llamó la atención las prédicas de la pastora Tatiana Em, una innovadora líder que en pandemia fue una de las encargadas de llevar la palabra de Dios, a través de cultos virtuales, en un perfecto español, a pesar de ser rusa.

El escenario fue la Iglesia Cristiana Palabra Viva. Y no se trata de una congregación cualquiera. Tiene 12.647 seguidores en redes y tres sedes en Bogotá; la principal, en el barrio Puente Largo (localidad de Suba).

También hace presencia en Bucaramanga, Santa Marta, Villa de Leyva, Cali, Girardot, Armenia y Cartagena. Y su alcance es incluso internacional, con instalaciones en México y San José de Costa Rica.

Sermones en video

La pastora es una mujer, de 34 años, cuyo origen y reflexiones del evangelio fueron inquietantes para algunos fieles.

“Yo conocí a un militar ruso, y cuando estábamos hablando me impactaba la manera en que se expresaba. Él decía que cuando los jóvenes rusos están ingresando a la academia militar (…) es algo así como que allá les están quebrando la voluntad (…). Si tú eres militar, quieres servir en el Ejército, y te mandan a la frontera a una guerra y te dicen ‘al ataque’, a pesar de que tienes miedo, tienes que obedecer”, predicó hace un tiempo Em, llamando la atención entre algunos fieles. Y aunque hace rato no va a la iglesia, las prédicas están disponibles en video, junto con sus fotos con cachuchas y saludos militares.

Tanques y helicópteros

Los interrogantes de algunos fieles llegaron a oídos de autoridades que verificaron que, desde el 2014, la rusa ha ingresado varias veces a Colombia; primero como turista a través del Puesto Migratorio de Cúcuta, y luego bajo el rótulo de religiosa.

EL TIEMPO estableció que la hoy evangelista llegó a Venezuela, en 2011, como traductora de Kurganmashzavod, la más importante planta de producción de materiales para la defensa de Rusia, ubicada en Kurgán.

Los principales productos de esa compañía son los tanques de combate de la serie BMP: BMP-1, BMP-2 y el BMP-3.

La venta de esos acorazados se hace a través de Rosoboronexport, la principal agencia estatal intermediaria rusa para la exportación e importación de productos de defensa, creada por decreto por Vladimir Putin.

Entre 2010 y 2011, antes de emigrar a Venezuela, la mujer fue traductora en Rostvertol, fabricante de helicópteros en Rostov del Don. Entre otros, esta compañía ha producido los helicópteros de ataque de combate Mi-25 y Mi-35 Hind y el Mi-28 Havoc.

En Venezuela, mientras trabajaba en esa empresa, se radicó en Valencia. Allí tuvo contacto con militares rusos y venezolanos en el proyecto de “creación del taller de mantenimiento y reparación de los sistemas blindados y artillería de campaña de fabricación rusa”.

Con visa cristiana

Tras su permanencia de casi una década en Venezuela, arribó a Colombia en 2019.

Dicen que, además de su biblia, traía en la cartera tres documentos: el pasaporte de su país, un carné de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y la visa colombiana otorgada gracias a la gestión de la iglesia, a la que está ligado su esposo venezolano.

A algunos feligreses les ha llamado la atención el frenético cambio de vida de Em, quien pasó de ser una destacada profesional con un alto salario en su país (como lo dice en su hoja de vida) a vivir en Suba y hasta vender hallacas venezolanas.

Y mientras en Venezuela trabajó con las fuerzas militares en el desarrollo de proyectos de reparación y mantenimiento de piezas de artillería rusa, en Colombia se presentaba como pastora a pesar de estar acreditada como traductora del grupo de garantía de la dirección de Blindados y Transporte de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.

‘No es espionaje ruso’

EL TIEMPO buscó a Diego Albarracín, líder de la iglesia, quien no dudó en defender a su invitada, a quien le costeó la permanencia en Colombia.

“Los conozco personalmente, han estado en mi casa. Claro, uno podría pensar: ‘esto es espionaje ruso’. Pero no, esa mujer con el esposo son muy pilos y nobles. Y ella inclusive poco tocaba lo de su trabajo”, le dijo el pastor a este diario.

Y afirmó que los conoció a través de una mujer venezolana que asistía a la iglesia, que estuvieron durante un año y medio en Bogotá, pero que se fueron para Rusia en noviembre de 2020 “a seguir con la obra”.

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“Muchas gracias por el interés, no deseamos participar”, dijo el esposo de Em luego de que EL TIEMPO los ubicó en Rusia.

Desde 2012, el Ejército venezolano ha adquirido más de 100 tanques BMP-3 y BTR-80, de fabricación rusa. Entre tanto, esta semana Colombia recibió de Estados Unidos 20 tanques tipo ASV M1117 que se usarán, justamente, para custodiar la frontera con Venezuela que tantas veces cruzó la rusa.