Conozco un periodista auto exiliado, de los que honestamente viven de su profesión y no del interinato, que sin embargo se molestó conmigo porque en mis redes sociales que son tan libres como las mariposas o los pájaros, y donde cualquiera puede expresarse, pero también puede tener respuesta cuando siento que un post cualquiera agrede la razón o a mi persona… le contesté la insensatez de señalar como complacientes con el gobierno venezolano –no el de Narmia- a audiencia y músicos del Sistema de Orquestas que recientemente ganó un record Guinnes.
Según el amigo que en su página web publica diariamente noticias que nuestros medios idiotizados no lo hacen… público y músicos han debido gritar “Maduro vete ya”.
Junto a Raúl Amiel, hace unos 20 años, viralizamos cuando el término era desconocido, una frase similar pero con el presidente Chávez de protagonista… de manera que lo primero que me vino en mente fue ironizar al amigo… pidiéndole mi royalty.
Pero no: dado que desde las redes también aparecieron venezolanos reclamando un reconocimiento al gobierno que yo mismo lo habría concedido de no ser que el concierto se programó como parte de una campaña electoral… otra cosa le contesté al amigo cuando le recordé que se parecía a los chavistas más acérrimos… porque la mayoría son otra cosa.
Por fortuna esa actitud de perdonavidas que siempre se equivocan pero que sin embargo en cada nuevo twitter vuelven a las andadas y escriben desde una superioridad tan inexistente como el gobierno interino… como si todos los venezolanos… salvo ellos… los “radicales”… fuésemos una caterva de idiotas incapaces de comprender razonamientos tan simples como equivocados… casi nadie la comparte y cae francamente mal.
Tan mal como una señora que suele identificarse en esas redes con una pintura donde se figura a la Reina María Lionza… siempre bella… como si esta señora fuese el clon de la Reina con una humanidad regordeta… rodeada y olorosa a humo porque fuma como caminante asustado… quién no entendió mi velada crítica a que el concierto comenzara con las notas bellas de la Danza Eslava de Piotr Ilich Tchaikovsky… que para mi modesto conocer… a pesar de su belleza… no es venezolana como si es el himno que después se interpretó.
Para ese supuesto clon de la Reina… uno es incapaz de buscar siquiera en Wikipedia el significado y la carga emotiva del gran compositor ruso cuando compuso su marcha eslava a favor de la libertad de los eslavos en ese momento rehenes del imperio otomano… eslavos que por cierto no eran libres ya que austríacos, rusos y los futuros alemanes se habían repartido sus territorios.
La señora no entendió que para mí es parte del colonialismo cultural que debemos sacudirnos… el que se abra un concierto con una triste marcha rusa… cuando nuestra manera de ser es distinta y tenemos suficiente buen repertorio para demostrarlo.
Pero mi crítica no iba al concierto que fue una excelente demostración de logística que ojalá y la copiaran para entregar cédulas y pasaportes… digo yo.
Haber gritado en medio del concierto “Maduro vete ya” estaba fuera de lugar… como también un “viva Chávez”.
Lo que no está de más es debatir si un sistema tan cotoso como el de las Orquestas… vale la pena en un país lleno de pobres.
Los países más ricos no lo tienen y sus excelentes músicos salen del lado privado como lo comprueba la experiencia de Israel y Europa cuando menos.
Y a quienes reclamen mi supuesto resentimiento o sordera musical… les respondo que a ninguno los he visto en los conciertos que se dan en nuestra capital… y que en el peor de los casos cuando no encuentren gasa o alcohol en los hospitales… no reclamen carajo: esas pequeñeces en parte se han intercambiado vía dólares o petros… en oboes… arpas… pianos y otros instrumentos.