Las deficiencias en la distribución del agua por parte de la Hidrológica del Caribe (Hidrocaribe) siguen siendo un terrible dolor de cabeza para los habitantes de la zona metropolitana del estado Anzoátegui.
Por Javier A. Guaipo / Corresponsalía lapatilla.1eye.us
Hasta este lunes 18 de octubre, varias comunidades acumulaban más de ocho días sin el recurso hídrico, tomando en cuenta solo a los sitios donde suele llegar, pues hay quienes tienen mucho más tiempo con las tuberías secas.
Cabe destacar que para Barcelona el servicio fue paralizado desde el pasado domingo 10 de octubre. Al parecer, la presencia de rastros de aceite en el río Neverí, que es de donde se alimenta la planta potabilizadora José Antonio Anzoátegui, obligó a detener la actividad. Por lo tanto, el 85% de los barceloneses quedaron sin agua.
No obstante, hace dos días se anunció que reactivarían la distribución, pero al parecer no se ha cumplido.
Alicia Ruiz, quien vive en el conjunto residencial Santa Eulalia, en la capital anzoatiguense, es una de las afectadas por esta situación. El ama de casa, junto a 200 familias más, depende de un tanque interno que solo pueden abastecer una vez a la semana, y por apenas unas horas.
“Para rendir el agua prendemos la bomba solo un rato por día. Sin embargo, casi siempre el racionamiento es insuficiente y toca movilizarnos hacia lugares donde hay tomas clandestinas. Lo más preocupante de esto es que los ascensores en los edificios no sirven y tenemos que subir los botellones por las escaleras”.
A juicio de Ruiz, lo peor del caso es que la mayoría de residentes son adultos mayores y este tipo de prácticas solo incrementan los dolores que padecen.
“En más de una ocasión hemos exigido que nos envíen camiones cisterna como paliativo, pero las autoridades nos ignoran”.
Por su parte, Carmen García, habitante del sector Álvarez Bajares, también en la capital anzoatiguense, señaló que en su comunidad “ya están acostumbrados a cargar agua, pues el líquido no llega con regularidad por tuberías desde hace varios años”.
Mientras tanto, en las ciudades de Lechería y Puerto La Cruz las quejas también han estado a la orden del día.
A pesar de que no figuraban entre las zonas afectadas por la paralización de la planta, llevan también más de una semana sin el recurso.
Por su parte, el presidente de la empresa hidrológica, Wilmer Moreno, no ha hecho pronunciamiento oficial alguno respecto al caso.
Cabe acotar que, según informaron desde su entorno, él no está autorizado para declarar, aun cuando ejerce el cargo de mayor importancia dentro del organismo.