Desde antes de la pandemia, la actividad quirúrgica en el Hospital Central Dr. Luis Ortega, de la isla de Margarita, ha disminuido en alrededor del 80% y solamente realizan intervenciones de emergencia.
Por Dexcy Guédez / La Patilla
Al dar a conocer las estadísticas oficiales, el presidente del Colegio de Médicos de Nueva Esparta, José Antonio Narváez, recalcó que desde 2018 la migración de personal médico y de enfermería, comenzó a golpear las intervenciones de rutina.
Precisó que en otros tiempos, el principal hospital de la isla estaba en capacidad de realizar diariamente entre 16 y 24 intervenciones electivas, utilizando solamente cuatro de los ocho quirófanos. “Se hacían operaciones electivas en los turnos de la mañana y la tarde. Eran entre tres y cuatro en cada turno, es decir, entre seis y ocho en cada quirófano”, detalló Narváez.
De esos ocho quirófanos, hoy a duras penas funcionan solo cuatro que están en el área superior del centro asistencial, ya que los que estaban inoperativos por diferentes razones, bien por daños en los equipos, falta de dotación y de mantenimiento, los espacios fueron destinados al área COVID-19 que funciona en la planta baja de la edificación hospitalaria.
Narváez insistió en que mientras las intervenciones electivas se mantienen suspendidas, algunos de los pacientes que resisten el cuadro clínico en espera, terminan siendo operados de emergencia, mientras que otros fallecen.
Resaltó que quienes resienten más la situación son los pacientes de traumatología, ya que la mayoría entra por emergencia luego de sufrir algún accidente (muchos de estos viales), y pasan varios meses esperando para ser intervenidos.
El presidente del gremio médico acotó que la red ambulatoria de las islas de Margarita y Coche también se encuentra colapsada por falta de dotación y la migración del personal tanto médico como paramédico.
No a las clases presenciales
Por otro lado, el presidente del Colegio de Médicos de Nueva Esparta se mostró contrario al llamado a clases presenciales en medio de una tercera ola de COVID-19 que en los actuales momentos tiene, al menos, 10 médicos internistas contagiados.
Recomendó replantear el posible regreso a las aulas y que se termine de vacunar al personal docente y administrativo de los planteles, pero además buscar una alternativa con resultados reales y no experimentales para los alumnos. Insistió en que se debe ser cuidadoso a la hora de aplicar inmunización a los niños y adolescentes, si la vacuna no está probada y autorizada por la Organización Mundial de la Salud.
El presidente del gremio médico neoespartano advirtió que la situación pudiera complicarse con el reinicio de las clases presenciales y el contagio llegaría a un grupo etario de la población, que hasta ahora se había mantenido alejado de las posibilidades de ser blanco del peligroso virus.
Encomendados a Dios
Por su parte, el diputado por Nueva Esparta ante la Asamblea Nacional 2015, Orlando Ávila Guerra, también expresidente del Colegio de Médicos de la entidad, señaló que el área de terapia intensiva del hospital se encuentra cerrada desde hace aproximadamente tres años, consecuencia de la reducción del personal de esa área en alrededor de un 50%.
“Aquí en Margarita los pacientes tienen que encomendarse a Dios, porque en el hospital Luis Ortega no hay nada y la situación se repite en todos los ambulatorios. Si llega a un centro de salud con el más mínimo malestar, enseguida le dan una larga lista de insumos médicos que parece de útiles escolares, para poder ser atendido”, apuntó el parlamentario.
Al respecto dijo que es ahí cuando los familiares tienen que recurrir a las redes sociales a solicitar ayuda para conseguir aunque sea una parte del material solicitado. Exhortó a las autoridades sanitarias de la entidad a ocuparse de regular esas listas de medicamentos e insumos, ya que es la misma para cualquier patología y en muchos casos, no todo es utilizado, y los familiares no saben adónde va a parar el resto de los insumos no usados.
Recordó que el área de terapia intensiva del hospital Luis Ortega era la más completa del oriente del país. Contaba con 13 camas para cuidados intensivos y recibía pacientes de los estados vecinos a Nueva Esparta. La migración de los médicos y personal de enfermería intensivistas complicó la situación e hizo que disminuyera la actividad en esa área tan vital.
“Actualmente la mayoría de los equipos están dañados por falta de mantenimiento y ya no pueden hacerse exámenes especiales de sangre, gases arteriales, rayos X ni otras pruebas que son difíciles de costear por los pacientes de menores recursos económicos”, destacó el expresidente del gremio médico insular.
Indicó que el cierre del área de terapia intensiva ha impulsado el aumento de la morbimortalidad de los pacientes en casi un 100%. El parlamentario neoespartano considera necesario saber quién maneja el área de cuidados intensivos del hospital central, pero considera que pareciera que no tiene pizca de humanidad.
“Eso es hacerle coro a la indolencia de un régimen que no tiene un ápice de consideración con los enfermos y que desconoce que la situación sanitaria en Margarita y Coche se encuentra en terapia intensiva. Cada día va en franco deterioro”, remarcó el diputado neoespartano.
El diputado Ávila Guerra confirmó que ante la crisis generalizada de los centros de salud pública, una de las principales clínicas que prefirió no mencionar, eliminó temporalmente el área de hospitalización pediátrica para habilitar un área COVID-19, donde obviamente solamente las personas pudientes pueden recibir atención, mientras el ciudadano de a pie debe esperar a su suerte lo que Dios decida.