El ejemplo de democracia de Alemania y de Angela Merkel, que deja el poder tras unas elecciones limpias en las que participaron 80 millones de electores, con un sistema manual seguro consistente en papeleta y lápiz, nos muestra el camino a seguir. La transición a la democracia será con ese tipo de elecciones y sin los criminales en el poder.
Sabemos que ninguna elección tendrá posibilidades de transparencia y de comportar alternabilidad republicana con un sistema de justicia y de fiscales presididos por Maikel Moreno y Tarek Saab.
Los socialistas del siglo XXI realizaron un milagro al revés cuando demolieron la infraestructura productiva y de servicios de un país petrolero, pulverizaron al sector privado y montados sobre el control social acometieron el proceso de destrucción masiva de la sociedad venezolana. Ellos se confabulan en tratar de imponer una “normalización” bajo el imperio de economías ilegales y de riquezas ocultas, en el contexto de una pobreza multidimensional que abarca el 65%. Resulta dantesco el retardo en talla, crecimiento y aumento de la mortalidad infantil, de la pobreza educativa y de vivienda. Venezuela no vive de su fuerza productiva, arrasada por la corporación criminal. El resultado son dos generaciones completas con rezago cognitivo y de desarrollo afectivo-social. Y un deterioro ambiental teniendo el mejor ejemplo en el ecocidio del Arco Minero.
La conciencia histórica en movimiento promoverá a un conjunto de personas para que tome las riendas de la oposición y bajo una cosmovisión adecuada alrededor de principios axiológicos, de reflexiones, postulados y doctrinas, acometa la lucha por la libertad y devuelva la dignidad y moral a la política.
“Libertad para Javier Tarazona. No más prisioneros políticos, torturados, asesinados, ni exiliados”.