Las alertas siguen encendidas en la isla de La Palma, en Canarias, donde la lava expulsada por el volcán Cumbre Vieja aceleró su ritmo de avance hacia al mar y se encuentra a unos 800 metros de la costa. El contacto entre el magma y el océano podría provocar explosiones y liberar gases tóxicos.
Por La Nación
El gobierno español clasificó hoy la isla de La Palma, afectada por una erupción volcánica, como zona catastrófica, lo que activará subvenciones de emergencia y otras medidas de apoyo.
El magma y los fluidos incandescentes se expanden sin freno desde el domingo 19 de septiembre, han destruido 589 edificios y 21 kilómetros de rutas, y cubren alrededor de 258 hectáreas de tierra, en su mayoría, campos de cultivo, según informó la agencia de monitoreo por satélite de la Unión Europea.
Pese a que ayer por la mañana parecía que la erupción del volcán estaba por detenerse, hacia la noche las erupciones se reactivaron con intensidad –aunque intermitencia–, y en las últimas 24 horas la lava arrasó con 76 edificios.
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