El principal productor de petróleo de China está sentando las bases para reactivar la producción en Venezuela mientras Nicolás Maduro finaliza la legislación para atraer más inversión internacional.
Por Fabiola Zerpa | Bloomberg.com
Traducción libre del inglés por lapatilla.1eye.us
Una vez que fue un importante inversor en la nación de la OPEP, China National Petroleum Corp. está enviando ingenieros y personal comercial allí y examinando empresas locales para trabajos de mantenimiento en una instalación de mezcla de petróleo que opera con Petróleos de Venezuela SA, según personas con conocimiento directo de la acciones de la firma, quienes pidieron no ser identificados porque la información no es pública. CNPC también se está poniendo en contacto con proveedores de servicios locales para impulsar potencialmente la producción de crudo en otras cinco empresas con el productor estatal venezolano, dijeron las personas.
Las sanciones más estrictas de Estados Unidos contra el régimen de Maduro y la agitación del mercado petrolero en los últimos años han dejado a Venezuela aislada y sin la muy necesaria inversión extranjera para sostener la producción. El país ahora está tratando de recuperarse con una legislación que otorgue a los socios internacionales más control sobre las operaciones.
Los funcionarios de CNPC y PDVSA no respondieron a los mensajes en busca de comentarios.
Si bien las medidas de CNPC aún son preliminares, son las primeras señales de que uno de los socios internacionales más importantes de Venezuela está considerando regresar al país en serio, después de dos años de escasa inversión. El productor chino aún tiene que tomar medidas claves, como firmar contratos de adquisición o servicios con empresas locales.
Las sanciones estadounidenses pueden ser un impedimento. Si bien el régimende Maduro tiene la esperanza de que el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, sea más suave con Venezuela que su predecesor, no está claro si la Casa Blanca flexibilizará las políticas que prohíben la mayoría de los negocios con PDVSA. La administración de Biden hasta ahora se ha mostrado reacia a comprometerse con el líder autoritario.
Para Maduro, CNPC sería un importante inversionista ya que busca triplicar la producción de crudo del país para fines de este año. Venezuela, que posee las reservas de petróleo más grandes del mundo, experimentó una caída en la producción cuando los socios internacionales se fueron. La producción actual de alrededor de 500.000 barriles por día es aproximadamente una sexta parte de la producción máxima en 2008.
CNPC era uno de los actores extranjeros más grandes del país en 2016, cuando producía alrededor de 170.000 barriles por día, según datos de PDVSA. Su producción había caído un 75% en julio, luego de que las sanciones de Estados Unidos hicieran más difícil hacer negocios en el país y el financiamiento de PDVSA se agotó.
En 2019, una de las unidades de CNPC detuvo el trabajo para expandir la capacidad de la instalación de mezcla, citando “la situación extremadamente difícil” del proyecto. Meses antes, Maduro se había comprometido a producir 1 millón de barriles “solo para China”, luego de una visita al país.
Con el objetivo de atraer inversiones, la Asamblea fraudulenta, controlada por el chavismo, está redactando una ley energética que permitiría a las empresas extranjeras poseer una participación controladora en las empresas conjuntas que operan con PDVSA. La propuesta ha encontrado cierta resistencia y no está claro cuándo se someterá a votación.
Las nuevas reglas, junto con el aumento de los precios del petróleo, podrían hacer de Venezuela un “lugar rentable para reiniciar las obras”, dijo Francisco Monaldi, experto en la industria petrolera venezolana de la Universidad Rice. “No será el inicio de una etapa de producción gigantesca, sino que CNPC regresará a un nivel de producción de más de 100.000 barriles” al día, lo que ayudaría a PDVSA a pagar la deuda, dijo.
Es probable que casi toda la producción de CNPC se exporte a China, lo que ayudará a pagar la deuda de Venezuela con la nación asiática. Desde 2008, Beijing ha prestado al país alrededor de 60 mil millones de dólares para ser reembolsados en parte con envíos de crudo.
La deuda se ha reestructurado a medida que las finanzas de Venezuela se deterioraron y ahora asciende a unos 19.000 millones de dólares, según Ecoanalitica, una consultora de Caracas.