Nueva Zelanda, un país destacado en el mundo por su éxito en la lucha contra el coronavirus, desveló el jueves un cauteloso plan de reapertura, comprometiéndose a mantener su objetivo de cero casos de coronavirus incluso cuando comienza a desprecintar sus fronteras.
Por Clarín
La primera ministra, Jacinda Ardern, dijo que las restricciones fronterizas de Nueva Zelanda se suavizarán a partir de principios del año que viene, permitiendo a los viajeros vacunados de países de bajo riesgo entrar sin tener que pasar por la cuarentena.
Las fronteras del país han estado cerradas a casi todos los viajeros extranjeros desde marzo de 2020.
En un nuevo programa que comenzará en octubre, los neozelandeses vacunados que regresen al país también podrán autoaislarse en casa y saltarse la cuarentena de 14 días en el hotel que se exige actualmente.
Ardern advirtió, sin embargo, que las fronteras del país no volverán a ser las de antes de la pandemia, cuando los pasajeros no tenían que vacunarse ni someterse a pruebas.
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