Carlos Ochoa: Drácula y el populismo de las necesidades

Carlos Ochoa: Drácula y el populismo de las necesidades

Las elecciones internas del PSUV, para elegir los candidatos a gobernadores, alcaldes, diputados regionales y concejales que participarán en las elecciones de noviembre, son la expresión más contundente de la crisis de los partidos en Venezuela. Para convocar el voto, el perverso populismo chavista ha echado mano de la chequera de todos los venezolanos para ofrecer a cambio del voto cupos de gasolina sin cola, bolsas claps, bonos y hasta dólares en efectivo para movilizar a la gente que sin incentivos no se mueve de su casa en domingo.

Pero hay, por lo menos en el estado Carabobo un hecho insólito que debe llamar a análisis a la oposición, que son las pequeñas colas en los centros de votación del norte de Valencia este domingo, que es donde están las urbanizaciones de la casi extinta clase media, estos ciudadanos, golpeados, insultados, vejados y criminalizados por Chávez y Maduro, que han participado en marchas y protestas y votado con la oposición muchas veces, de repente sufren de amnesia histórica y deciden participar, o bien expresan que si fuese el caso de votar en las primarias del PSUV lo harían por el gobernador Lacava, olvidando por arte de magia quienes son los responsables de la mega crisis que atraviesa Venezuela, los culpables que más de cinco millones de compatriotas se hayan visto obligados a emigrar, que pasemos largas jornadas y a veces hasta varios días sin servicio eléctrico, agua, gas doméstico, tono e internet de CANTV, además de las interminables filas para cargar gasolina y por carencias tengamos que acudir a la fe religiosa para sanarnos si nos enfermamos o nos da COVID, porque el sistema de atención médico hospitalario está colapsado y las vacunas que prometen llegan a cuenta gotas y no alcanzan, dejándonos sin protección y con los bolsillos vacíos, porque los cobres no dan para llenar la nevera ni comprar un medicamento en caso de emergencia, mucho menos para los requerimientos de atención que requieren los enfermos crónicos o pacientes con cáncer. La lista de calamidades es larga y los implicados directos de este desastre son los que gobiernan al país desde hace 22 años.

¿Por qué está sucediendo esto en Carabobo? Hay varias lecturas posibles que pueden darnos una idea de la actitud de un sector muy reducido de la clase media valenciana, entre ellos se encuentra el estancamiento político de la oposición que ha propuesto un Acuerdo de Salvación Nacional que ha sido difícil de comunicar por los actores políticos de la región. La oposición encabezada por Guaidó y el llamado G4 se prepara a un nuevo dialogo con Maduro en México y deshoja la margarita entre participar o no en las elecciones convocadas por el régimen, esta indecisión opositora permite al gobernador Lacava desarrollar su campaña en sectores vedados para el chavismo, con una nueva versión de populismo que encarna Lacava con su personaje de superhéroe simpático y bonchón. El populismo de necesidades de Lacava es un espectáculo, en donde las reuniones son amenizadas con chistes, bailes y cero discurso ideológico, el gobernador de Carabobo se reúne con los vecinos del norte y sur de valencia y de otros municipios para sellar alianzas comprometiéndose en mejorar el mantenimiento de los espacios públicos, hay que destacar que Lacava no deja en su gestión una sola obra de importancia en el estado, pero mueve cuadrillas de trabajadores para limpiar calles y avenidas de basura y maleza, ha mejorado el alumbrado público y tiene un operativo de bacheo que ha llegado a las urbanizaciones, el gobernador realiza el trabajo que le compete al alcalde que muy poco hizo en cuatro años. Lacava con el ojo puesto en las primarias del PSUV y en la reelección se convirtió en el alcalde de Valencia, que por cierto llegó a esa posición gracias al apoyo del propio Lacava, arrojando como resultado una pésima gestión.





Con machetes, bombillos, asfalto y mucha publicidad, Lacava logró ser aplaudido por ciudadanos de la clase media. ¿Cómo fue posible esta emoción de un pequeño número de ciudadanos valencianos? En este punto es necesario entender que lo que muchos consideramos ridículo en Lacava es parte de una estrategia bien concebida. El de Puerto Cabello es un político que ha logrado posicionar una marca propia con drácula, con esto se ha apartado del relato chavista socialista, de la épica revolucionaria y del militarismo, por esto es señalado por sus adversarios dentro del PSUV como un traidor, lo concreto es que Lacava ha logrado ser percibido como un político no tradicional por sus excentricidades, Lacava milita en la anti política, no comunica discurso ni propuesta, su populismo de necesidades se basa en un show permanente, quizá en ello esté su éxito para conectar con sectores impensables para el chavismo tradicional.

Es posible que si la suerte lo acompaña y sale elegido candidato a la reelección, Lacava vaya a enfrentar muchos obstáculos en el seno de su propio partido, si pierde es difícil que se lance aparte, la aventura en solitario del General Acosta Carles que terminó en derrota para él y para el chavismo está fresca.

Las primarias del PSUV en Carabobo están mostrando que el chavismo ortodoxo tiene como rival interno a un populismo renovado de necesidades, más cerca de la anti política y el espectáculo que de la épica revolucionaria falsa y gastada. Lo que tiene que quedar claro es que ambas opciones son responsables del saqueo y la crisis, la reconstrucción del país, recuperar la democracia no pasa por draculandia, si la oposición unida decide participar en las elecciones del régimen y postula un candidato, la campaña tiene que tener entre otros objetivos, despertar a los abducidos de este domingo con un exorcismo democrático.