La incertidumbre política en Venezuela ha puesto en alerta a las autoridades de las antiguas Antillas Neerlandesas, ante el riesgo de que los recursos producidos por la corrupción lleguen al sistema financiero de esas islas.
Por Javier Ignacio Mayorca | Crónicas del Caribe
Ya no se trata solamente de impedir que el éxodo de venezolanos afecte a los golpeados servicios de estos países, ubicados a pocas horas de navegación desde los estados centrales de Venezuela. Ahora, un informe del gobierno de Aruba advierte que las autoridades del sistema financiero también intentarán evitar la penetración de los dineros obtenidos mediante la corrupción del régimen de Nicolás Maduro.
Una tarea complicada si se toma en cuenta que Venezuela cuenta con el índice de percepción de corrupción más abultado de la región, de acuerdo con la última evaluación anual de la organización Transparencia Internacional.
En el caso de Aruba y las demás islas del Caribe Neerlandés, el punto más vulnerable identificado por las autoridades está en el llamado “sector de confianza”.
Servicios de confianza
Para 2018, en Aruba estaban registrados doce corporaciones que dan servicios como “proveedores de servicios de confianza” (TSP, por sus siglas en inglés), tanto para inversionistas locales como extranjeros. Gracias a estos servicios, es posible domiciliar en alguna de estas islas los negocios de compañías que poseen capitales foráneos. De igual forma, los proveedores de estos servicios pueden llevar la contabilidad de las compañías.
La evaluación de riesgo de lavado de dinero de Aruba, presentada en febrero, establece que los principales países de origen de los capitales que utilizan los TSP son Venezuela (18%), Estados Unidos (14%), Curazao (12%), el Reino de los Países Bajos (7%) y el Reino Unido (5%).
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