La crisis venezolana ocasionada por el régimen de Maduro ha traído como resultado que millones de venezolanos huyan sin importar los riesgos a los que se enfrenten en el trayecto.
Por lapatilla.1eye.us
En el Puente internacional Simón Bolívar, menores de edad usan los pasos ilegales para ingresar a Villa del Rosario con la esperanza de iniciar una nueva vida.
En la vía que comunica a Cúcuta Pamplona, en el departamento de Norte de Santander una menor de 13 años, uno de 17 y otro que asegura tener 18 años, sin ser familia se unen para cruzar las trochas y llegar a Medellín, cuidad en la que les han prometido trabajo.
Pretenden caminar mil kilómetros por dos semanas, y que, en caso de no haber llegado a ese tiempo, se darán por vencidos. A pesar del dolor de estar lejos de sus familias, afirman que sus padres están de acuerdo con la travesía.
“Mi mamá dice que sí, que está bien, que así tendré un futuro más adelante y en la vida seré más grande”
Al llegar a Villa del Rosario los menores esperan rebuscarse la vida, vender cigarros, refrescos, entre otras cosas que les permitan conseguir un sustento, pues esta zona se ha convertido en un lugar donde no hay respeto por el espacio público. Hay un coctel de ventas informales, necesidad y sobrevivencia.
Y ellos no son los únicos, en la misma carretera se ha visto caminar a decenas de menores no acompañados, pero esta vez tratando de regresar a Venezuela.
Con información de Noticias RCN.