Era oriunda del estado Táchira, natural del sector La Palmita, en el municipio Panamericano, una de las dos mujeres que el pasado martes 1° de junio fueron halladas, acribilladas a tiros, en la parte posterior de una vivienda del sector minero La Iguana, en el Callao, estado Bolívar.
Por lanacionweb.com
Se trata de Martha Liliana Aristizábal, de 37 años, quien hace más de 5 años migró del Táchira, inicialmente hacia Caracas, luego Margarita y finalmente al oriente del país, específicamente a esa zona minera, donde en busca de mejoras económicas se estabilizó y comenzó a trabajar como comerciante.
De acuerdo a allegados de Martha, desde hace tres años no venía al Táchira. Dejó dos hijas mayores de edad, una de las cuales se encontraba con ella. La definieron como una mujer trabajadora, honesta y emprendedora, por lo que la noticia sobre su muerte sorprendió a su familia y amigos.
Marta fue hallada asesinada, junto a Dorialcely Tocuyo, de 29 años de edad, una líder social del municipio que apenas el 24 de mayo, de manera pública y grabada en videos, le reclamó fuertemente al alcalde de El Callao, Alberto Hurtado, por la falta de recursos para la población, todo a raíz de que los comerciantes no querían recibir los billetes de 50 mil bolívares.
“Si no me mata el covid, me va a matar el hambre. Mi familia no tiene qué comer. ¡Qué salga y nos escuche!”, fue parte de lo que dijo Tocuyo frente a un contingente policial, acompañada por un grupo de vecinos.
Los señalamientos hacia el burgomaestre local fueron más allá, lo acusó de, presuntamente, ser cómplice de una red de prostitución. Añadiendo que si la mataban, él (el alcalde) sería el responsable.
Toda esta situación, tras el doble homicidio, generó la destitución del mencionado alcalde y que la Fiscalía Quinta del Ministerio Público del estado Bolívar iniciara las correspondientes investigaciones, concluyendo hace unos días, sólo de manera preliminar, que la autoría de las muertes corresponde a la banda “El Perú”, uno de los grupos criminales que pugnan por el control de las minas.
Sin embargo, esto aún no satisface la sed de justicia de las familias de ambas mujeres y tampoco a la gran cantidad de ONG que se pronunciaron sobre el caso. Tocuyo desapareció el 31 de mayo (posiblemente, Martha también), hasta que hallaron los cadáveres abandonados de ambas, días después. Lo que se presume es que el objetivo principal era Tocuyo, y que la tachirense también fue secuestrada y asesinada, solo por estar con ella; es decir, para no dejar testigos.