Venezuela enfrenta la segunda ola del Covid-19, mucho más virulenta y con un sistema de salud deteriorado. Los médicos y enfermeras protestan diariamente desde cada rincón del territorio nacional, su exigencia: mejores condiciones y los insumos necesarios para atender a pacientes. Asimismo recomiendan a los habitantes a extremar medidas de bioseguridad ante la falta de vacunas.
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Vacunas que fueron prometidas desde el mes de diciembre por Nicolás Maduro, seis meses después, Carlos Alvarado, ministro de salud del régimen anuncio el inicio de una jornada masiva de vacunación en el país, el único requisito, estar registrado en el sistema patria, de esta forma serían la “prioridad”.
Ante esa decisión políticos, la iglesia, instituciones privadas y la sociedad civil rechazaron la medida, exigiendo así un plan de vacunación nacional, sin discriminación ni tendencias políticas. A través de una encuesta realizada por nuestro equipo pudimos corroborar esas reacciones.
Un plan alejado de la realidad
De acuerdo al estudio que realizamos el 95,5% de los encuestados respondió no haber sido vacunados contra el Covid-19. Al preguntar cuántos de ellos poseen el carnet de la patria, el 60,9% de los encuestados respondió que no y el 39,1% afirmó ser parte del sistema.
Pero al momento de preguntar si estaban de acuerdo con que el proceso de vacunación se realizará a través del carnet de la patria, el 90,9% de los encuestados señaló estar en “muy en desacuerdo” y en “desacuerdo” con la medida, mientras que el 6,4% dijo estar indiferente.
Por otra parte el 78,2% de los encuestados señaló no conocer a alguien que haya sido seleccionado para vacunarse a través de la plataforma.
¿Una vacuna confiable?
El hermetismo del manejo de la pandemia en el país por parte del régimen de Nicolás Maduro, no ha hecho más que generar temor en la población y cuestionarse que vacuna utilizar aunque la decisión no dependa de ellos.
Al preguntar, cuál vacuna consideran más confiable, el 64,5% de los encuestados señaló que la Pfizer, el 17,3% la Sputnik V y el 7,3% la Johnson & Johnson.
Asimismo, se les preguntó a los encuestados por la vacuna Abdala de Cuba, la cual según Nicolás Maduro Venezuela fabricará en un laboratorio de Caracas y servirá para inmunizar a los venezolanos, a lo que el 94,5% de los encuestados rechazó ser vacunados con la misma.
Ahora bien, el 80,9% de los encuestados señaló estar “muy desacuerdo” y en “desacuerdo” con pagar la vacuna, el 11,8% le es indiferente, mientras que el 6,4% está de acuerdo.
Vacunación como arma política
Por último, al preguntar a los encuestados si consideran que el régimen de Nicolás Maduro ha tomado la situación sanitaria como herramienta política, el 87,2% de los encuestados señaló estar “muy de acuerdo” y “de acuerdo”, mientras que el 9,1% sostuvo estar en “muy desacuerdo”.
Es evidente entonces, como los venezolanos rechazan “la priorización” del llamado a vacunarse a través del carnet de la patria y consideran que ha sido una estrategia del régimen para continuar con el control social. Sin embargo, Carlos Alvarado, ha señalado que se puede realizar el registro a través de la página del ministerio de salud.