En la previa al nuevo Gran Premio de Mónaco pautado para este próximo fin de semana, el británico Lewis Hamilton, siete veces campeón del mundo y actual líder del campeonato, aseguró en una entrevista con el diario As que “la Fórmula 1 se ha convertido en un club de niños billonarios”.
En ese sentido, el piloto inglés consideró que “si tuviera que volver a empezar desde una familia de clase trabajadora, sería imposible que hoy estuviera aquí. Porque los otros chicos tendrían muchísimo más dinero. Tenemos que trabajar para cambiar eso y que este sea un deporte accesible, para ricos y para personas con un origen más humilde”, sentenció.
El hombre de Mercedes no dudó en contestar al ser consultado sobre la nueva generación de pilotos que comparten pista con él en cada circuito, entre ellos Carlos Sainz, Lando Norris y Charles Leclerc.
La parrilla de ésta edición de la Fórmula 1 cuenta, en su mayoría con jóvenes corredores, de los cuales ocho no superan los 23 años, entre ellos Max Verstappen y Mick Schumacher.
“No sé si puedo juzgar si es una buena o mala generación. Siempre hay pilotos que llegan, en mi caso lo hice con Nico (Rosberg) y Kubica, justo antes estaba Alonso, la era de Schumacher… siempre habrá una era”, explicó el británico, que se inició en el Gran Circo en 2007 (McLaren) con 22 años.
En la misma línea, Lewis Hamilton plasmó su intención de promover la diversidad en su deporte y su deseo de “ayudar a otra persona a que cumpla sus sueños”.
“Yo he conseguido muchas cosas, pero ahora toda mi concentración se va hacia ayudar a los demás. Estoy viviendo un sueño, no necesito nada para mí”, subrayó. Preguntado sobre sus orígenes, Hamilton comentó que “nunca” ha visto en la parrilla a otro piloto de color.
“Mi padre, mi hermano y yo siempre éramos las únicas personas de color, era lo normal para nosotros aunque siempre fuimos conscientes. Se volvió normal, claro, aunque al principio era obvio que no éramos bienvenidos”, recordó.
“Incluso hoy, es lo mismo. Después del kárting sí coincidí con un par de pilotos chinos o asiáticos. Pero ningún piloto negro. Me di cuenta desde el primer momento en que llegué al circuito de kárting, y me lo recordaron en cada carrera desde que tengo ocho años. Pero sigue pasando ahora, aquí hay un piloto asiático, no hay ninguno negro y tampoco viene por detrás”, se lamentó.
Para combatir esa situación, el piloto de Stevenage decidió poner “en marcha una comisión que mostrará todos esos desafíos que la gente negra sufre y posiblemente la gente blanca no”.
“No es cuestión de dividir, nosotros queremos unir a la gente y educar. Si tienes un amigo que pertenece a una minoría, quizás puedas preguntarle a qué clase de dificultades ha tenido que enfrentarse por ser diferente. En mi caso, mantengo conversaciones incómodas con mi jefe, con Mercedes, con patrocinadores, debemos tenerlas y no hay que avergonzarse, sino ver qué podemos hacer entre todos para lograr una F1 más diversa, como cualquier otro negocio. Llevará tiempo, no cambiará de un día para otro, pero todos somos iguales aunque nuestro color de piel sea diferente”, concluyó.