De acuerdo con un reporte de W Radio, miembros de inteligencia de Estados Unidos vienen desplegando labores de vigilancia aérea sobre la Fuerza Armada Nacional Bolivariana de Venezuela desde el espacio aéreo colombiano. Esto se sabe luego de que dicha emisora pudiera corroborar que una de las misiones tuvo lugar el pasado 12 de abril sobre el estado de Apure, donde todavía se registran intensos combates entre dicho Ejército y disidencias de las Farc.
Las mismas, agregó el medio de comunicación colombiano, se están adelantando a bordo de una aeronave tipo Boeing RC-135W “Rivet Joint”, perteneciente a la Fuerza Aérea norteamericana. Está, continuó, estaría equipada con sensores que buscan detectar, identificar y geolocalizar señales en todo el espectro electromagnético. En otras palabras, interceptar comunicaciones entre efectivos del ejército del vecino país.
Según explicó el ministro de Defensa, Diego Molano, a W Radio, dichas labores se habrían realizado con la venia del Gobierno nacional. “El Estado colombiano, a través del Ministerio de Defensa Nacional, ha realizado acuerdos de cooperación con el Gobierno de los Estados Unidos en asuntos de lucha contra el narcotráfico, el terrorismo y amenazas transnacionales”.
Se trata de una misión sin precedentes en el país, pues como reportó Webinfomil, medio especializado en la industria de seguridad que pudo seguir los movimientos de la aeronave empleando fuentes abiertas y programas que registran la posición de las aeronaves por medio del sistema de transponder ADS-B, el avión de registro 62-4139 llegó al espacio aéreo nacional desde la Base Aérea Lincoln, en el estado de Nebraska, en Estados Unidos. En el camino, se reabasteció con el apoyo de otras aeronaves KC-10 Extender y KC-135 Stratotanker que la alcanzaron desde diferentes bases militares de ese mismo país.
Una vez en Arauca, el Boeing procedió a sobrevolar la frontera colombiana con Venezuela, hacia el suroccidente del país, desplazándose principalmente por los municipios araucanos de Tame, Cravo Norte y Puerto Rondón. En ese tiempo, anotó el mismo portal, se buscó conocer las capacidades de batalla electrónica del ejército venezolano, incluyendo la detección de dispositivos como radares, sistemas de defensa aérea, señales de celular, emisoras clandestinas y otras formas de comunicación.
De igual manera, se trabajó para identificar la disposición táctica y estratégica de las fuerzas armadas que hacen en terreno, tanto táctica como estratégica de las fuerzas armadas que hacen presencia en la región con motivo de los combates entre autoridades venezolanas y disidencias colombianas desde el pasado 21 de marzo. Dichos enfrentamientos han resultado en el desplazamiento de al menos 6.000 personas hacia el departamento de Arauca, que tuvo que declarar estado de Calamidad Pública siete días después.
Tal es la situación, que el comandante de la Milicia Nacional de Venezuela, mayor general Manuel Bernal Martínez, anunció el pasado miércoles 14 de abril que un grupo de mil combatientes de la Milicia Nacional, una unidad de civiles afectos al chavismo, uniformados y armados, se desplazará al estado fronterizo de Apure. Horas después, el mandatario de ese país, Nicolás Maduro, explicó que la orden en Apure es la de “guerra de todo el pueblo en defensa de la soberanía y de la tierra contra los grupos irregulares, delincuenciales, criminales y terroristas que vienen de Colombia”.
Es de presumir que esa emergencia forzó la mano del Gobierno estadounidense, que no había ingresado a territorio colombiano durante los dos años que lleva adelantando misiones de este tipo, hasta el pasado 12 de abril. Antes de eso, señaló Webinfomil, los aviones como el ‘Rivet Joint’ se limitaban a operar desde el Mar Caribe, sobre el espacio aéreo internacional a poca distancia del territorio venezolano.