Ministro de Sanidad alemán admite haber recurrido a amigos para adquirir mascarillas

Ministro de Sanidad alemán admite haber recurrido a amigos para adquirir mascarillas

El ministro de Sanidad alemán, Jens Spahn. EFE/EPA/FILIP SINGER/Archivo

 

 

 

El ministro de Sanidad alemán, Jens Spahn, admitió haber recurrido a amigos y conocidos para adquirir mascarillas en medio de la pandemia del coronavirus, saltándose los conductos regulares para acelerar la compra.

“Tuve que constatar que las cosas funcionan mejor si la oferta viene de alguien que uno conoce y puede valorar”, dijo Spahn en declaraciones a la revista “Der Spiegel”.

“La mañana de un domingo de marzo del año pasado tuve que admitir que con nuestra forma tradicional de hacer compras para el estado, a través de los organismos competentes, no avanzábamos”, explicó.

Entonces, según Spahn, empezó a tomar él mismo el teléfono y a llamar a personas que conocía para acelerar la compra de mascarillas.

Así, por ejemplo, Jens Spahn recibió una oferta de mascarillas de un antiguo miembro del consejo directivo de DocMorris, una farmacia online.

Spahn ordenó las mascarillas y también concedió un contrato por valor de 100 millones de euros a una empresa logística.

Además hizo otro pedido de mascarillas por valor de 1.500 millones de euros a la empresa Fliege, que tiene su sede en la región de donde proviene Spahn y tiene muchos contactos con su partido, la Unión Cristianodemócrata (CDU).

“Fliege es una empresa familiar reconocida en el sector de salud”, dijo Spahn.

El ministro no ve un conflicto de intereses y recordó en la entrevista que en esos momentos había una situación de emergencia por la escasez de mascarillas.

“Estábamos en una situación de emergencia. Lo único que valía para mí era conseguir mascarillas de buena calidad en condiciones aceptables y de manera rápida”, dijo.

Spahn ha sido blanco de críticas y se la acusa de haber favorecido a amigos personales y políticos en los contratos para comprar mascarillas desechando ofertas con mejores condiciones, lo que el ministro rechaza.

“Le dije a mi gente que toda oferta tenía que ser tratada igual aunque llamara el papa”, dijo en la entrevista.

Los negocios con mascarillas han levantado un escándalo dentro de la CDU, el partido de la canciller Angela Merkel y mayoritario en la coalición de Gobierno, después de que se denunciase que algunos diputados habían recibido cuantiosos honorarios como intermediarios.

EFE

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