José Gregorio Hernández, el venezolano que será beatificado en tiempos de carencia de fe

José Gregorio Hernández, el venezolano que será beatificado en tiempos de carencia de fe

El Cardenal venezolano Porras muestra una foto de José Gregorio Hernández en Caracas, cuanto el Vaticano anunció el viernes su beatificación, luego de una misa en Caracas, Venezuela, Junio 19, 2020. REUTERS/Manaure Quintero.

 

La Iglesia católica beatificará al venezolano José Gregorio Hernández, conocido como el médico de los pobres, el próximo 30 de abril en Caracas, en una ceremonia que se augura marcada por el actual crecimiento de contagios y muertes por la covid-19 en la nación suramericana, lo que impedirá actos multitudinarios.

La beatificación “llega en un momento particularmente oportuno”, dijo en rueda de prensa el monseñor Baltazar Porras, en alusión a la pandemia, que en el país ha dejado poco más de 1.500 muertes en las últimas 53 semanas.

El anuncio, que se iba a producir el lunes pero la Conferencia Episcopal pospuso hasta hoy, se concreta 10 meses después de que la Santa Sede confirmase el primer milagro atribuido a Hernández, un galeno nacido en los Andes venezolanos en el siglo XIX y que falleció atropellado en Caracas, en 1919.

BEATO EN PANDEMIA

Hernández, poco antes de su muerte, formó parte del comité médico que atendió en Venezuela la crisis causada por la llamada gripe española.

Ahora, su liturgia de beatificación se llevará a cabo en medio de otra pandemia sin actos multitudinarios, como era la intención inicial de la CEV, que ahora prevé reunir, “en el mejor de los escenarios”, a 2.000 personas en el estadio de la Universidad Central de Venezuela (UCV).

Sin embargo, esa posibilidad quedará sujeta a cambios, en vista de que actualmente hay un aumento de casos de covid-19 en el país que, según el Gobierno, atraviesa una segunda ola de contagios y una saturación de los servicios hospitalarios.

Porras explicó que si el confinamiento es endurecido, podrían organizar una ceremonia con un millar de asistentes, pero si la cuarentena llegara a ser extrema, la beatificación entonces se llevará a cabo sin público presente y solo con un pequeño grupo de religiosos, aunque será transmitida por los medios de comunicación.

El cardenal Pietro Parolín, secretario de Estado del Vaticano y antiguo Nuncio Apostólico en Venezuela, presidirá la eucaristía de beatificación.

DÍA DE JÚBILO

Porras explicó que se celebrarán oficios religiosos en todas las regiones de Venezuela para que los devotos, cumpliendo las limitaciones de aforo por la covid-19, puedan participar en este proceso.

En este sentido, anunció que cada diócesis del país recibirá un relicario del nuevo beato, mientras se prepara otra celebración, aún sin fecha definida, que se llevará a cabo en la población andina de Isnotú, estado Trujillo, donde nació Hernández.

Además, quedará establecido el 26 de octubre, fecha del nacimiento del médico, como su día de celebración dentro de la religión católica.

La noticia fue compartida en Twitter, donde se convirtió en el tema más comentado del día, por el gobernador de Trujillo, el oficialista Henry Rangel Silva, quien calificó el hecho como un día de júbilo para la tierra natal del galeno.

“Nos sentimos llenos de alegría por la noticia. Desde su tierra natal celebraremos ufanos está alegría que nos embarga. El médico de los pobres es nuestro beato”, expresó.

REACCIÓN INMEDIATA

Aunque las autoridades de la religión católica instaron a los ciudadanos a evitar aglomeraciones en liturgias o trasladarse a Caracas para la beatificación, el anuncio de la fecha provocó reacciones en todo el país que, como está confinado, principalmente las expresó a través de las redes sociales.

En cambio, Alfredo Ramírez Pinto, un pensionista de 65 años, optó por acudir este miércoles a la iglesia de La Candelaria, en el oeste de la capital venezolana, a rezar al “único santo” en que siempre ha creído.

“Cuando yo era un niño, a mí me atropelló un camión, casi que me mata. Él me salvó, desde esa vez, crecí siendo devoto”, dijo a Efe el caraqueño que asegura haber conseguido “mucho” de lo que ha pedido a Dios, por intercesión de Hernández.

El futuro beato se ganó su halo de santidad tanto en Venezuela como en los países del entorno por su labor en pro de los más desfavorecidos y sus reivindicaciones para reclamar más atención de los gobiernos hacia las regiones de interior de Venezuela.

Por eso, ya es considerado un santo -rango superior al de beato en el seno de la Iglesia Católica- entre los más humildes de Venezuela y buena parte de la América andina, donde se le atribuyen numerosos milagros y donde los feligreses piden hace años su intervención para curarse de todo tipo de problemas médicos.

EFE.

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