Las seis contradicciones, dudas y… ¿mentiras? de Meghan Markle y el príncipe Harry en la entrevista con Oprah Winfrey

Las seis contradicciones, dudas y… ¿mentiras? de Meghan Markle y el príncipe Harry en la entrevista con Oprah Winfrey

Las explosivas declaraciones de los duques de Sussex en su entrevista con Oprah Winfrey (Reuters)

 

 

 





Meghan Markle y el príncipe Harry tiraron una bomba tras otra apuntando al corazón de la monarquía británica en su explosiva entrevista con Oprah Winfrey que rompió récords de audiencia con más de 17 millones de estadounidenses que no se despegaron de la pantalla durante las dos horas que duró el programa.

INFOBAE

El matrimonio hizo afirmaciones escandalosas sobre racismo por parte de algunos miembros de la Corona y ahondaron en las divisiones familiares que se profundizaron después del llamado Megxit. Sus declaraciones generaron un gran debate en la opinión pública y llegaron al Palacio de Buckingham que salió a responderles en nombre de la mismísima reina Isabel II. Incluso William también tuvo algo que decirle a la pareja: “No somos una familia racista”, rompiendo todos los protocolos.

En el momento más duro de la entrevista, Meghan habló de que tuvo pensamientos suicidas y que la familia real le negó asistencia médica cuando quería poner fin a su vida. En tanto, Harry dijo que su padre, el príncipe Carlos, dejó de atender sus llamadas y le cortó la ayuda financiera cuando ellos decidieron mudarse a California a principios del año pasado. Y lo consiguieron -dijo- gracias a los millones que le dejó de herencia la fallecida Lady Di.

Se mostraron amargados y tristes ante las cámaras. Se quejaron varias veces de la falta de empatía de la familia real cuando pasaban por el peor momento de su vida como pareja. Hubo un solo momento de felicidad, dijeron: cuando compartieron que esperaban una niña.

En otro momento, la ex actriz estadounidense comparó su experiencia como miembro de la realeza con la historia de la película animada “La Sirenita” de Disney. Ella explicó que vivió lo mismo que le sucede al personaje de Ariel: se enamoró de un príncipe y el precio a pagar por ese amor fue perder la voz. Pero, al final, la recupera, lo mismo que le pasó a ella.

Otra de las historias de las que probablemente nunca sabremos la verdad es la comentada discusión que existió entre Kate Middleton y Meghan Markle pocos días antes de la boda. Hasta ahora se creía que había sido la duquesa de Cambridge quien había terminado llorando. La versión de Meghan es la opuesta. “Ella estaba molesta. Después se disculpó y me regaló unas flores con una nota”, relató Meghan, quien aseguró que en esos momentos, el Palacio no intervino para negar la información, a pesar de que “todos en la institución sabían que no era cierto, que era Kate quien me había hecho llorar a mí”.

Los Sussex se dejaron llevar -o no tanto- y desvelaron el calvario que sufrieron por parte de la institución comandada por Isabel II. Lo hicieron desde un jardín interminable de una millonaria mansión. Aunque gran parte de su paso televisivo fue una catarsis de emociones y broncas no resueltas, la pareja también narró algunos hechos bastante contradictorios. Sus detractores coinciden en que el gran problema que tiene hoy el matrimonio es la falta de credibilidad. Piden privacidad y de todo los sitios que podían haber elegido para llevar esa vida tranquila que tanto anhelaban decidieron tener su hogar entre estrellas de Hollywood y paparazzis. Quieren atención de la prensa pero solo aquella que habla bien de ellos. Esto quedó claro cuando decidieron lamentarse sobre su “penosa” existencia llena de privilegios y ventilar problemas familiares, muy alejados del resto de los “mortales”, que podían haber resuelto en privado. Y lo hicieron – no es un dato menor-ante una íntima amiga que es una de las mujeres más influyentes de los medios.

Estas fueron algunas de las afirmaciones de la pareja en la entrevista que fueron puestas bajo la lupa por la prensa británica porque contradicen otros datos que ellos mismos o su entorno más cercano había afirmado en el pasado.

¿Meghan no sabia nada de Harry ni de la familia real?

Meghan Markle le dijo a Oprah que nunca investigó en internet a Harry, ni a la familia real, antes de iniciar la relación con el hijo del futuro rey de Inglaterra. “Nunca busqué a mi esposo en internet”, afirmó. Un comentario que no pasó desapercibido en las redes. Fueron muchos los usuarios que calificaron de poco creíble esta historia. Harry es parte de la familia real más poderosa y conocida del mundo. También se quejó de que no recibió orientación sobre cuestiones protocolares que conllevaba el puesto y que Sarah Ferguson, la ex esposa del príncipe Andrés, fue quien le enseñó, de forma improvisada, cómo hacer una reverencia antes de su primer encuentro con la reina Isabel II.

Según detalló, el encuentro fue espontáneo, se produjo luego de que la reina Isabel II acudiera a un servicio religioso en el castillo de Windsor. En ese momento, Harry le dijo que conocería a la Reina, y le preguntó si sabía cómo comportarse frente a ella. “Ella es tu abuela”, contó Meghan que le dijo a su, por ese entonces, novio. “Ella es la reina”, fue la respuesta de Harry. Afirmó que ella pensaba que ese trato a Su Majestad no era necesario puertas adentro .“Pensé que eso pasaba en público, que era parte del cuento de hadas”.

“A diferencia de lo que se ve en las películas, no hay clases sobre cómo hablar, cómo cruzar las piernas, cómo ser de la realeza”, afirmó la duquesa, y describió cómo buscó en Google las palabras del Himno Nacional británico por la noche para evitar avergonzar a la familia. “No hubo nada de ese entrenamiento que pudo existir para otros miembros”, insistió.

A solas con Oprah, antes que su marido entre en escena, Meghan dijo que conocía a la princesa Eugenia, prima de Harry, antes de su romance con el hijo de Lady Di.

“Fui muy inocente, no sabía mucho sobre la familia real. Nunca busqué a mi marido en internet porque sentí que él compartía conmigo todo lo que necesitaba saber de él”, respondió Markle a la pregunta de Oprah sobre cómo se sintió al ingresar a la institución.

La ex actriz aseguró que siguió adelante de forma ingenua ya que creció sin saber demasiado sobre la familia real británica. “No entendía del todo en qué consistía el trabajo. Crecí en Los Ángeles, veo celebridades todo el tiempo. Pero no es lo mismo. Es un juego totalmente diferente… gracias a Dios que no sabía sobre la familia, gracias a Dios que no busqué, habría tenido un gran peso sobre mi cabeza”, aseveró Meghan, que se casó con el hijo menor de la fallecida Lady Di en mayo de 2018 tras dos años de relación.

Pero en la biografía de la pareja, “Finding Freedom”, se dice que antes de su primera cita a ciegas gracias a un amigo en común, ambos “hicieron los deberes” en internet. Aunque los Sussex sostienen que no contribuyeron con el libro de Omid Scobie y Carolyn Durand, los autores afirman que tanto el príncipe como la actriz de “Suits”- que residía en Canadá en ese entonces- buscaron información del otro antes de su primera salida en 2016 en el barrio Soho de Londres. Dicen que fue amor a primera vista. La noche terminó con cada uno yendo por su lado sin un beso. Sin haber pasado 24 horas de la primera cita, se volvieron a encontrar en el mismo lugar que la noche anterior y nunca más se separaron.

En los primeros días de su romance con el príncipe Harry, sexto en la línea de sucesión al trono, Meghan fue fotografiada con una cadena de oro con las iniciales “H” y “M”. En el nuevo libro, los autores afirman que el accesorio generó molestia en Buckingham ya que ese momento la relación no era oficial. “Se le advirtió que llevar un collar así sólo servía para animar a los fotógrafos a seguir buscando esas imágenes y nuevos títulos”.

Los amigos de Meghan Markle han pintado un cuadro diferente sobre el supuesto desconocimiento de la esposa de Harry sobre la monarquía británica, revelando que estaba fascinada por ese mundo en su juventud. Ninaki Priddy, que fue la dama de honor de Meghan en su primera boda con el productor Trevor Engelson, dijo que su amiga “siempre estuvo encantada por la familia real” y que “quería ser la nueva Lady Di”.

“Tenía uno de los libros de la princesa Diana [Diana: Her True Story] en su estantería, e incluso cuando estaba con Trevor me dijo que quería ir y quedarse en Londres por lo menos un mes. Sé que le encantaban las películas de ‘El diario de la Princesa’”, relató Priddy.

Sin embargo, tras la entrevista, quedaron dos versiones sobre el inicio de esta historia de amor de película que empezó muy bien y terminó con los Sussex molestos y resentidos.

¿“Sobreviven” económicamente gracias a la herencia de Lady Di?

El domingo por la noche, el príncipe reveló que él y su esposa, Meghan Markle, habían sido “cortados financieramente” por la familia real cuando decidieron marcharse y solo pudieron sobrevivir gracias a la herencia que le dejó Lady Di. “Tengo lo que me dejó mi madre y sin eso, no hubiéramos podido hacer esto”, dijo sobre el traslado de la pareja a Hollywood.

“Es como si ella lo vio venir y haya estado con nosotros durante todo este proceso”, agregó, y señaló que los acuerdos con Netflix y Spotify “nunca fueron parte del plan”.

Fue gracias a su lucrativo contrato con Netflix que pudieron pagar la deuda de casi USD 3,5 millones por las remodelaciones de Frogmore Cottage, el hogar familiar de los Sussex en los terrenos de Windsor, donde solo vivieron solo un meses, que Meghan y Harry devolvieron en septiembre de manera voluntaria pero en medio de fuertes críticas.

Los podcasts que realizarán con Spotify a través de Archewell Audio durante tres años podrían reportarles entre USD 15 y USD 18 millones, mientras que Netflix les pagará USD 100 millones por cinco años de trabajo para producir contenido exclusivo. En ninguno de los dos casos se sabe si Meghan y Harry han recibido algún tipo de anticipo.

Hay que recordar que el matrimonio cuando anunció que ya no trabajaría para la reina Isabel II enfatizó en que quería ser económicamente independiente. Después de su decisión de renunciar a sus deberes como miembro de alto rango de la familia real, los Sussex ya no tenían derecho a ciertos beneficios financieros que venían con su estatus anterior.

Durante la entrevista de la pareja con Oprah, Harry reveló que los acuerdos con los gigantes del streaming fueron por necesidad. Una vez que quedó claro que él y su familia tendrían que pagar por su propia seguridad, que se estima en USD 4 millones anuales, se vio obligado a ganar dinero por su cuenta para sostener su costoso estilo de vida.

“Esta nunca fue la intención. No nos estamos quejando, nuestra vida es grandiosa ahora, tenemos una hermosa casa, tengo una hermosa familia. Los perros están muy felices”, le explicó Harry a Winfrey, que además dijo que se metió en estos negocios por sugerencia de un amigo. “Y no lo habíamos pensado. Había todo tipo de opciones diferentes y yo solo necesitaba suficiente dinero para mantener a mi familia a salvo “.

Los detalles exactos de la protección de la realeza, que es pagada por el pueblo británico, no son conocidos por razones de seguridad. Pero el grado de seguridad depende de la antigüedad y la visibilidad de un miembro de la realeza; algunos reciben protección solo cuando realizan funciones oficiales, no las 24 horas del día, los 7 días de la semana.

De acuerdo a Forbes, el príncipe heredó USD 13 millones de su madre, la fallecida princesa Diana. También se cree que la Reina madre le dejó millones a Harry. Meghan, aportó dos millones al patrimonio familiar acumulados durante su etapa como actriz en “Suits”. Al llegar a California, se compraron su mansión en Santa Bárbara de nueve habitaciones por USD 14,7 millones de los que pagaron cinco e hipotecaron diez.

Antes de cortar los lazos con los Windsor, el príncipe Carlos, el padre de Harry, cubría la mayoría de los gastos asociados a su hijo y nuera con sus deberes reales, incluido el personal y los viajes, a través del Ducado de Cornualles. Una mínima parte de los fondos que recibía el matrimonio, un 5%, provenía de la Subvención Soberana, financiada por los contribuyentes para cubrir parte de los gastos de la familia real británica y sus palacios.

No obstante, el príncipe de Gales parece diferir en su recuerdo de lo sucedido. La prensa británica afirmó que el futuro rey se sintió “decepcionado” por las declaraciones de su hijo ya que “hizo todo lo posible para asegurarse que recibieran apoyo financiero”.

¿Por qué Archie no es príncipe?

La impactante declaración realizada por los duques de Sussex en la que aseguraban que a su hijo Archie se le negó ser príncipe por cuestiones raciales, ha desempolvado la ley de 1917 que indica qué títulos pueden ostentar los familiares de la reina de Inglaterra.

Archie Harrison Mountbatten-Windsor, que en mayo cumplirá dos años y pronto se convertirá en hermano mayor, no es heredero directo al trono ni hijo del heredero, como sí lo son el príncipe William y sus tres hijos, los príncipes George, Charlotte y Louis.

La pareja real fue bastante cuestionada sobre este tema. Hay reglas establecidas para que Archie no sea un príncipe al nacer, sino que lo sea cuando Carlos (el padre de Harry) se convierta en rey. Los protocolos indican que los hijos y nietos de un soberano tienen el derecho automático al título de Alteza Real, pero Archie es bisnieto de la soberana. No nació con ese derecho. Sin embargo, el pequeño es séptimo en la sucesión al trono detrás de su padre.

Cuando estaba embarazada de su hijo Archie, Meghan dijo que había “preocupaciones y conversaciones sobre cuán oscura podría ser su piel cuando nazca”. Hubo, dijo, “varias conversaciones” al respecto con Harry y un miembro anónimo de su familia. Se negó a identificar a quienes lo dijeron, al afirmar que “eso sería muy dañino para ellos”. Y confirmó que hubiese querido que su hijo tenga el título de príncipe “por seguridad”, pero sugirió que se lo negaron por un presunto racismo que impera en la familia de su marido.

El relato de Harry difería ligeramente del de su esposa. Solo se refirió a una conversación y dijo que fue “justo al principio”, antes de casarse. “Es una conversación de la que nunca voy a hablar”, afirmó el príncipe, quien agregó que fue “chocante” para él.

En medio del escándalo, Isabel II decidió pronunciarse al respecto y dejó en claro que tiene dudas sobre el acto de racismo por parte de alguien de su familia contra el duque y la duquesa de Sussex. En una afirmación audaz para los estándares de los pronunciamientos reales, la declaración oficial en nombre de la monarca señalaba que “algunos recuerdos pueden variar” en referencia a la supuesta conversación que Harry mantuvo con alguien de la familia que le expresó preocupación sobre el color de piel de su hijo por nacer.

La duquesa denunció ante las cámaras que Archie fue privado de un título real siendo el único de los nietos de la institución en que no reciben ese honor. Pero no sería tan así. Según Meghan, la causa por la que quería que fuese príncipe era para que tenga protección garantizada. La argumentación de la pareja era que el monstruo mediático alrededor de ellos ponía en peligro a su bebé y era un asunto de la familia real cuidar al pequeño.

Lo cierto es que el hijo de Harry nunca tuvo la posibilidad de ser príncipe cuando nació, por lo menos hasta que Carlos se convierta en rey. El decreto emitido por el rey Jorge V en 1917 limita los títulos a los hijos, nietos y los bisnietos que provienen directamente de la línea más directa de sucesión al trono. Estos son los casos de los cuatro hijos de Isabel II: Carlos, Ana, Andrés y Eduardo y de los hijos de estos.

La reina Isabel II tiene nueve bisnietos, incluido Archie. No son príncipes y princesas, aparte de los tres hijos de William, quien es segundo en la línea de sucesión al trono y está destinado a ser rey algún día. Recientemente la duquesa de York, hija del príncipe Andrés, se convirtió en madre de un niño que no recibió ningún título nobiliario.

Bob Morris, de la Unidad sobre Constitución del University College London, dijo que la regla fue redactada para recortar el creciente número de títulos principescos. “La reina Victoria tuvo nueve hijos que todos fueron príncipes y princesas, y entonces ellos tuvieron hijos y demás, y Jorge V consideró… que algo debía hacerse para arreglar la situación”, dijo.

La reina tiene el poder de enmendar las reglas, y en 2012 decretó que todos los hijos del príncipe William y su esposa Kate Middleton, no sólo el mayor, serían príncipes y princesas.

Bajo la convención de Jorge V, Archie no es un príncipe, pero pasará a ser nieto de un monarca una vez que el heredero actual al trono, el príncipe Carlos, sea rey.

“La idea de que el único miembro de color no fuera a ser tratado como el resto. No tienen derecho a quitárselo. Quieren cambiar lo establecido por Archie. ¿Por qué?”, dijo molesta la duquesa, que está embarazada de una niña. El primogénito de los duques era elegible para un “título de cortesía” al nacer, como Lord o Master Archie Mountbatten-Windsor. En aquel momento, se reportó que la pareja decidió no darle un título nobiliario.

Pero Meghan le dijo a Oprah que la decisión no fue de ellos.

¿13 viajes por placer sin pasaporte?

En la entrevista televisiva, Markle dijo que estuvo aislada y que fue silenciada por la familia de su marido. Y además afirmó que no tuvo acceso a su pasaporte, licencia de conducir y llaves de su auto mientras estuvo detrás de los muros del Palacio de Kensington.

“No puedes simplemente irte. Quiero decir, tienes que entender, también, que cuando me uní a esa familia, esa fue la última vez, hasta que llegamos aquí (Estados Unidos), que vi mi pasaporte, mi licencia de conducir, mis llaves “, dijo Markle que comenzó a vivir con Harry en 2017. “No podía llamar a un Uber al palacio”, bromeó en un momento.

Pero en su tiempo en la monarquía Markle visitó al menos 10 países como turista. Sola o con su marido, la duquesa viajó a Nueva York, Ibiza, Italia y Ámsterdam, a pesar de afirmar durante el programa de Oprah que el palacio le quitó el pasaporte cuando se unió a la familia real. Varios de esos viajes despertaron polémica por los altos costos, como el baby shower que la duquesa organizó en la suite del hotel The Mark, ubicado en Manhattan, cuyo alquiler por día cuesta USD 150.000 y donde se trasladó en un jet privado desde Londres.

Sus íntimas amigas, la tenista Serena Williams y la abogada Amal Alamuddin, esposa del actor George Clooney, fueron las encargadas de organizar la exclusiva fiesta de bienvenida del bebé. Un exorbitante viaje de cinco días de medio millón de dólares que en su momento el Palacio de Kensington insistió en que fue “financiado de manera privada”.

“Por supuesto que la familia real querría mantener seguro el pasaporte de Meghan”, dijo la autora real Margaret Holder a The Sun. “Pero es impensable que no lo haya llevado para viajes personales y privados como su baby shower en Nueva York, viajar para ver amigos en Canadá, ir de fiesta en Ámsterdam e ir al lago de Como con George Clooney”, agregó.

Del 6 al 12 de agosto de 2019, la pareja viajó a España en un jet privado para celebrar el cumpleaños número 38 de Markle. Más tarde ese mes, los Sussex también hicieron un viaje a Niza, Francia, en el jet privado de Elton John. También asistieron a la boda de la diseñadora de moda Misha Nonoo en Roma, Italia, el 20 de septiembre de ese año.

“Meghan tuvo que entregar su licencia de conducir bajo las reglas de seguridad. Si salía a conducir por su cuenta, no estaría protegida “, explicó a la BBC el historiador Robert Lacey, quien es consultor de la serie de Netflix “The Crown “.

En lo que respecta a tener que entregar su pasaporte, es posible que se haya tomado para mantenerlo a salvo y evitar que cayera en las manos equivocadas, según expertos reales.

Robert Finch, que preside el grupo pro-monarquía La Liga Monárquica de Canadá, dijo que “se supone que los valiosos documentos personales de la realeza se guardan en una caja fuerte o en un lugar seguro, bajo la supervisión de la seguridad del palacio”.

“Parece que encajaba con la narrativa de Meghan de estar atrapada y aislada, pero en realidad era una rutina de seguridad, y probablemente cualquier cosa sería accesible para ella si lo quisiera”, añadió Finch en declaraciones al tabloide The Sun.

¿Se casaron en secreto?

Meghan Markle y el príncipe Harry aparentemente no se casaron oficialmente tres días antes de su boda de ensueño en mayo de 2018, como la ex actriz reveló en televisión.

“Tres días antes de nuestra boda, nos casamos. No lo sabía nadie. Pero llamamos al arzobispo y simplemente dijimos: ‘Mira todo esto es un espectáculo ante el mundo, pero queremos que nuestra unión sea entre nosotros’. Así que los votos que tenemos enmarcados en nuestro dormitorio son los de nosotros dos con el arzobispo de Canterbury en nuestro patio”, reveló Markle a la entrevistadora, y Harry acotó: “Sólo nosotros tres”.

Justin Welby, el arzobispo de Canterbury y el único testigo de esa boda secreta, ha declinado hacer comentarios a la prensa, así que no ha desmentido que eso sucediese. Probablemente fue una bendición a la pareja, pero se casaron oficialmente en Windsor.

Una boda legal mediante el rito de la Iglesia de Inglaterra tiene ciertas limitaciones. En concreto, dos testigos y una licencia especial para casarse en un sitio no pensado para bodas. Ninguna licencia, eso sí, permite casarse en un jardín o en un patio. Legalmente no.

¿Meghan creció como “hija única”?

Durante la entrevista, la duquesa de Sussex se distanció de su media hermana Samantha Markle a quien dijo que apenas conoce y que creció como “hija única”. Y afirmó: ‘La última vez que la vi debe haber sido al menos 18, 19 años”. Pero una fotografía de 2008, hace 13 años, muestra a la entonces actriz con Samantha en su día graduación.

Samantha criticó el paso televisivo de la pareja real, diciendo que “la verdad fue totalmente ignorada y omitida’ mientras proporcionó fotos y documentos para refutar cada una de las afirmaciones de la duquesa de Sussex sobre ella.

“No sé cómo puede decir que no la conozco y que era hija única. Tenemos fotografías de toda nuestra vida juntas. Entonces, ¿cómo es posible que no me conozca?”, dijo en televisión, mientras compartía fotos de ambas en diferentes etapas a lo largo de sus vidas.

Markle también afirmó que Samantha, de 56 años, se cambió el apellido después de que ella entabló un romance con Harry, pero ella insistió en que esta afirmación era totalmente inexacta y compartió más pruebas para refutarla. Ante las cámaras, mostró presuntas evidencias de que usa el apellido Markle desde por lo menos 1997, fecha indicada en una petición de cambio de nombre. También lo explicó con su diploma universitario.

“Yo era Markle antes que ella”, refutó Samantha, quien considera a su hermana como una “trepadora social” sin escrúpulos, guiada únicamente por su “egoísmo y narcisismo”.

“La depresión no es una excusa para tratar a las personas como trapos y deshacerse de ellos”, indicó en referencia a las acusaciones en contra de Meghan por maltrato laboral.

En tanto, Thomas Markle, padre de la duquesa de Sussex, dijo sentirse “decepcionado” tras ver la entrevista que su hija concedió a Oprah y negó que la familia real sea racista, además de recurrir al archivo para lanzar un dardo dirigido al príncipe: “Todos cometemos errores. Yo nunca jugué billar desnudo ni me disfracé de Hitler, como hizo Harry”.