La dictadura de Kim Jong-un fusiló a cuatro personas por vender películas y música de Corea del Sur, en lo que significó un brutal mensaje para los vecinos y demás comerciantes cercanos a los supuestos “traficantes”. El hecho fue revelado por el diario Daily NK que suele obtener información exclusiva de lo que pasa en Corea del Norte bajo el yugo del “Líder Supremo”.
La ejecución, por orden de un tribunal de la capital norcoreana Pyongyang y hecha por un escuadrón policial, tuvo lugar en la puerta de entrada del local de los condenados en el distrito de Sadong de aquella ciudad y ocurrió el pasado 2 de marzo. La brutal ceremonia de fusilamiento fue presenciada por entidades de vecinos y otros comerciales. Las víctimas eran tres hombres y una mujer, todos de alrededor de 50 y 30 años.
Los ejecutados por el régimen de Kim Jong-un vivían en el distrito de Hyongjae de la capital. El grupo acusado de tráfico había comercializado películas surcoreanas, entretenimiento y programas musicales en tarjetas SD. Eran distribuidas por una red aún no desmantelada por Pyongyang que operaba en todo el país. La pareja que lideraba el negocio considerado ilegal por la dictadura, se dedicaba también al contrabando de cigarrillos, de acuerdo al medio surcoreano que hizo pública la noticia.
“La pareja también creó una mini fábrica repleta de equipos de producción cerca de su casa que empleaba de 30 a 40 personas. Los vecinos pensaron que era extraño que de repente se hubieran vuelto tan acomodados financieramente, dado que generalmente es difícil ganar tanto dinero vendiendo cigarrillos falsificados”, dijo Daily NK. Esto llamó la atención de las autoridades -que permitían la otra actividad- y fue por eso que no perdonaron la venta de música y películas provenientes de Corea del Sur.
“Después de que se creó la ley del pensamiento antirreaccionario, las autoridades establecieron ‘centros de comando combinados de eliminación antisocialista y no socialista’, y desde principios de febrero estos centros de comando han estado operando en cada provincia, ciudad administrada directamente y ciudad especial del país“, dijo la fuente. “El caso de la pareja fue enviado desde el Ministerio de Seguridad del Estado al centro de mando de Pyongyang, y luego arrestaron a otros dos trabajadores de unos 30 años a quienes la pareja les había pagado para copiar las tarjetas SD”, de acuerdo al informante.
La fuente confirmó que el tema llegó hasta el mismísimo Kim Jong-un y quien fue él quien dio la orden de fusilamiento de los implicados, según Daily NK. El cargo que pesó sobre ellos fue el de “traidores de la patria”. “Las investigaciones preliminares suelen tardar alrededor de seis meses, pero la pareja fue ejecutada públicamente rápidamente para que sean un ejemplo”, comentó la fuente.
El Artículo 27 de la Ley del Pensamiento Antirreaccionario señala que cualquier persona que sea sorprendida importando o distribuyendo “películas, música u obras publicadas de Corea del Sur” se enfrenta a una vida de trabajo forzoso o ejecución. La decisión del “Líder Supremo”, quien intervino en el caso fue brutal: deberían ser ejecutado frente a sus vecinos.