La UE debe reaccionar al desaire infligido por Rusia al jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, durante su reciente visita a Moscú, pero los integrantes del bloque siguen divididos sobre las sanciones propuestas, por temor a sus consecuencias económicas y diplomáticas.
– ¿Como ocurrió el desaire? –
Borrell estuvo en Moscú del 4 al 6 de febrero por invitación del gobierno ruso, para la primera visita de la diplomacia europea a Rusia desde 2017.
La conveniencia de su viaje fue cuestionada por varios estados tras la detención del opositor Alexéin Navalni. La misión del jefe de la diplomacia europea tenía un doble objetivo: renovar la exigencia de la liberación inmediata del opositor y sondear el deseo de cooperación del Kremlin.
Sin embargo, durante la reunión entre Borrell y el canciller Sergei Lavrov, el gobierno ruso expulsó a tres diplomáticos europeos (de Alemania, Suecia y Polonia).
En la opinión de Borrell, el gesto demuestra que “Moscú se niega al diálogo” y la UE debe “sacar las consecuencias”.
– ¿Qué cartas puede jugar la UE? –
Los europeos tienen una gran variedad de sanciones económicas a su disposición y las han estado utilizando desde la anexión de Crimea en 2014.
Se trata de sanciones que afectan a los sectores de la industria petrolera, la banca y la defensa, y se han renovado cada año desde esa fecha.
Sin embargo, la eficacia de estas sanciones ha sido cuestionada por el propio Navalni, quien recomienda afectar económicamente a los dirigentes rusos.
El Parlamento Europeo aprobó una resolución en la que pedía “sancionar a los oligarcas rusos vinculados al régimen, a los miembros del servicio de protección del presidente Putin y a los propagandistas de los medios de comunicación que tienen activos en la UE”.
Los eurodiputados también piden el cierre del gasoducto Nord Stream 2, construido entre Alemania y Rusia.
Este lunes, Alemania, Suecia y Polonia anunciaron la decisión de expulsar de cada uno de esos países a un diplomático ruso, en la primera respuesta de los tres países europeos al gesto de Moscú.
– ¿Cuál es el margen de maniobra? –
Las sanciones deben ser propuestas por uno o más estados miembros y su adopción requiere unanimidad.
Hasta la fecha no se ha presentado formalmente ninguna solicitud, pero varios países están pidiendo castigo.
“Una postura dura con Rusia es el único lenguaje que Putin entiende”, sostuvo recientemente el exsecretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen.
El equipo de Borrell se reunirá el martes con los representantes de los Estados miembros dentro del Comité Político y de Seguridad (PSC) en Bruselas, e informará al Parlamento Europeo de los resultados de su visita.
Los ministros europeos de Relaciones Exteriores tienen en agenda una reunión el 22 de febrero, para preparar una reacción a Rusia.
– ¿Cuál es el límite de acción? –
“Las decisiones serán difíciles”, dijo un ministro a la AFP. “Moscú está poniendo a prueba la voluntad y la capacidad de la UE para sancionar y ya están apareciendo las diferencias”, subraya un diplomático en Bruselas.
Alemania apoya la adopción de sanciones, pero se niega a abandonar Nord Stream 2. “Es un proyecto privado, y se refiere a la seguridad de los suministros a Alemania”, insisten las autoridades alemanas.
Las sanciones contra los oligarcas son igualmente difíciles de aprobar, porque tienen que estar justificadas.
Se puede llegar a un acuerdo entre los países para sancionar a otros miembros de la presidencia rusa considerados responsables de la represión de los partidarios de Navalni, dijo un diplomático.
Conseguir más será difícil, argumenta.
AFP