Un estudio que encabeza la Alianza para la Naturaleza del Caribe Holandés (DCNA, en inglés) trata de determinar si los recientes ataques de tiburones tienen relación con un aumento de la población de esta especie en la región, en especial de los tiburones tigre.
La DCNA, a través del apoyo del Fondo Mundial para la Naturaleza para la Naturaleza, también examinará el ciclo de vida y la abundancia de los grandes tiburones migratorios en el Caribe nororiental, según informó este lunes en una conferencia de prensa Tadzio Bervoets, director de esa organización.
Junto a la DCNA, otras organizaciones como Saba Conservation Foundation (SCF), Saint Maarten Nature Foundation y St. Eustatius National Parks Foundation (Stenapa) investigarán el ciclo de vida de especies depredadoras y altamente migratorias.
“Utilizaremos métodos científicos para investigar el número y las etapas de vida de los tiburones altamente migratorios en la región del Caribe nororiental, con un enfoque específico en los tiburones tigre”, destacó Bervoets.
Recientemente, la región del Caribe nororiental ha experimentado interacciones negativas entre tiburones y los humanos, lo que ha provocado que en varias islas se investiguen los motivos.
“No hay absolutamente ningún dato que sugiera que haya un aumento en la población de tiburones del Caribe Oriental. Sin embargo, para tener una idea de los posibles cambios, debe realizarse una evaluación científica para investigar si hay algún cambio”, subrayó Bervoets.
COLOCARÁN RASTREADORES
“Nuestro objetivo es colocar rastreadores por satélite en varios animales y también establecer si alguno está en etapa de apareamiento”, señaló Bervoets.
“Ojalá con estos datos podamos dar recomendaciones tanto para el beneficio de los residentes de las islas, los visitantes, como para la conservación de una especie que enfrenta la inminente amenaza de extinción”, dijo Bervoets.
Una mujer francesa de 38 años murió el pasado 11 de diciembre en la pequeña isla caribeña de San Martín, situada aproximadamente 240 kilómetros al este de Puerto Rico, a causa del ataque de un tiburón, un inusual incidente en ese territorio caribeño.
TAMBIÉN EN BAHAMAS
En la región se destacan las incidencias de este tipo en el archipiélago atlántico de Bahamas, donde hubo un suceso mortal el año pasado.
Cuba fue escenario también de un ataque por tiburón en 2019, un hecho también considerado excepcional.
A pesar de estos incidentes, el número de ataques no provocados de tiburones a seres humanos en todo el mundo cayó en 2020 por tercer año consecutivo hasta 57 casos, frente a 64 en 2019 y 66 en 2018, pero fue el más letal desde 2013, con 10 muertes, según un informe divulgado en Estados Unidos.
El total de casos de ataques de tiburones a humanos reportados el año pasado fue de 120 (39 provocados incluidos), según el informe anual del Archivo Internacional de Ataques de Tiburones (ISAF) de la Universidad de Florida (EE.UU.) en Gainesville (norte del estado). EFE