En Venezuela existen unos 4000 kilómetros de costas, en los cuales se encuentran playas, ensenadas y bahías catalogadas como paradisíacas, pero cuál es la realidad que esconden estas zonas tras casi un año de pandemia.
lapatilla.1eye.us | Katerín García
La costa de Aragua, alberga la Bahia de Cata, una playa cristalina, con arena dorada y miles de palmeras donde trabajan los habitantes del Pueblo de Cata, el cual se encuentra unos kilómetros antes de la maravillosa playa.
El nombre de la zona data de tiempos antiguos, resulta que originalmente el sitio era conocido como “San francisco de Cata”, debido a la actividad religiosa que se vivía allí antes de la época colonial. Dichos monjes practicantes de la región San Fraciscana administraban la hacienda “Pía de Cata”.
Con el paso del tiempo, esa hacienda comenzó la plantación de Cacao (producto ícono de la zona) desde 1610, sin embargo en la actualidad, el pueblo catense vive de la pesca y el turismo en su mayoría.
Turismo en Cata
A causa del Covid-19 y la pandemia generada por el virus, la crisis nacional que ocupa Venezuela desde hace más de 10 años ha obligado a estos habitantes a abrirse a la posibilidad de vivir del turismo, actividad que mencionan como clave para la mejoría económica del país.
Llegar a la bahía aragüense, oscila entre 10 y 15 dólares (depende si el transporte es público o privado), a esto se le debe sumar que pasar el día disfrutando de la inmensidad que la playa brinda puede costar entre 15 y 30 dólares más.
En la estadía existen servicios de toldos, sillas, mesas, comida, baños, duchas, venta de objetos playeros, entre otros; sin embargo la llegada del coronavirus arrasó con la tranquilidad económica del pueblo, a raíz de las cuarentenas impuestas por el régimen de Maduro, lo que obligó a ser la pesca y siembra su actividad principal para sustento diario.
Cultura de Catense
Los lugareños nos manifestaron que a pesar de las adversidades se mantienen las actividades culturales folklóricas para así continuar con el legado y además animar a la población y seguir en la lucha.
Entre las actividades que desarrollan se encuentran los Diablos Danzantes de Aragua y los ritos religiosos a San Francisco de Asís, quien es venerado como “El patrón del Pueblo”.
Golpe al pueblo de Cata
No solo la pandemia por Covid-19 ha provocado un declive turístico en el pueblo de Cata, pues la crisis nacional con respecto a la escasez de combustible ocasiona que los visitantes no puedan llegar al destino y además evita la tranquilidad local, debido a que los traslados consumen altas cantidades de gasolina y la actividad pesquera que se realiza en botes, cada dos días requiere al menos 60 litros del carburante.
Turismo Vs. Petróleo
Estas personas afirman fielmente que Venezuela, podría vivir sin problema alguna solo del turismo, sin embargo, no desplazan la producción de petróleo.