El impacto que alguien como Elon Musk tiene al publicar cualquier tipo de mensaje en Twitter es cada vez más espectacular. Ya en el pasado había demostrado su poder e influencia apoyando criptodivisas como dogecoin, y ahora ha hecho algo similar con bitcoin.
JAVIER PASTOR // XATAKA
De hecho Musk ni siquiera ha publicado ningún mensaje: solo ha cambiado su ‘bio’ o descripción breve de cuenta en Twitter, que ahora solo tiene el texto “#bitcoin” con el que parece mostrar su apoyo a esta criptodivisa. El efecto ha sido inmediato y alucinante, porque en una sola hora el valor de un bitcoin se ha incrementado en 5.000 dólares.
Es hablar Musk y sube el pan (y los dogecoins, y los bitcoins…)
El valor de bitcoin ha subido de forma notable en los últimos meses, pero las últimas semanas había habido cierta estabilidad: tras tocar techo y superar los 40.000 dólares brevemente, los bitcoin caían de forma sensible hasta la barrera de los 31.000 para luego recuperar algo de terreno en los últimos días.
Antes de que Musk hiciera nada, el valor del bitcoin estaba aproximadamente en 32.200 dólares. Al cambiar su ‘bio’ en Twitter y poner “#bitcoin” se desató la fiebre por la compra y en tan solo una hora ese valor se ha incrementado 5.000 dólares hasta los 37.400.
Esa subida vuelve a dejar claras dos cosas: una, la volatilidad de una criptodivisa que da vértigo. Dos, la influencia que Musk ejerce no ya sobre sus seguidores en redes sociales (tiene 43,7 millones de ellos en Twitter), sino en medios e industrias que logra que se tambaleen en menos de 280 caracteres.
Ese impacto de ‘influencers’ empieza a ser de hecho motivo de mucha polémica, y ha acabado poniendo en jaque a las propias plataformas y redes sociales que hoy en día son referentes absolutos a la hora de informarnos.
Los recientes vetos a Trump por parte de Facebook o Twitter —que también suspendía recientemente la cuenta de VOX— y fenómenos como el sucedido estos días con r/WallStreetBets (impulsados también por Musk) demuestran un giro inquietante de los acontecimientos en el que esas personas demuestran tener un poder que antes solo tenían los grandes medios de comunicación o las grandes empresas.