Una estatua del general sudista Robert Lee, comandante en jefe del ejército de los Estados Confederados esclavistas, fue desmontada el domingo por la noche en el Congreso de Estados Unidos en Washington.
“Anoche, Virginia retiró su estatua de Robert E. Lee del Capitolio estadounidense”, anunció el gobernador demócrata del estado, Ralph Northam, al calificar el hecho como “un paso importante”.
“Ya es hora de que contemos nuestra historia con símbolos de perseverancia, diversidad y tolerancia”, en lugar de “racismo y división”, añadió en un comunicado.
Durante la Guerra de Secesión de Estados Unidos (1861-1865), el sur Confederado se independizó del país y luchó por mantener la esclavitud, que había sido abolida en el resto del territorio. En aquella época, Virginia era la capital sudista.
Desde 1909, la estatua de Robert Lee había representado a este estado en el Capitolio, el corazón del poder legislativo en Estados Unidos.
Pero las banderas y monumentos confederados se consideran ahora como símbolos racistas, aunque sus partidarios explican que los ven como un simple legado de la historia del país.
El nuevo movimiento antirracista en Estados Unidos, provocado por la muerte del afroamericano George Floyd en mayo, ha acelerado el desmantelamiento de muchos monumentos dedicados a la gloria del ejército confederado, ya sea por parte de las autoridades o de manifestantes.
La líder demócrata del Congreso estadounidense, Nancy Pelosi, elogió la iniciativa al considerar que ayuda a combatir “los símbolos de odio en el Capitolio y en todo el país”.
Se espera que la estatua de Lee sea reemplazada por la de Barbara Johns, una activista afroamericana que luchó por los derechos humanos.
AFP