Un golpe bajo recibieron los pacientes oncólogos del Hospital Central Antonio María Pineda luego que la directiva decidiera no renovar el contrato al doctor Héctor León Romero, el único cirujano especialista en ese centro de salud cuyas funciones terminan este 31 de diciembre.
Según René Rivas, presidente del Colegio de Médicos de Lara, el doctor León había asumido a todos los pacientes con cáncer de ese recinto pues los otros dos especialistas dejaron de asistir desde que comenzó la pandemia. Le preocupa que unos 50 pacientes seguirán en lista de espera, cuando estaban previstos de ser intervenidos en el primer trimestre de 2021. “Hoy no entendemos cómo el cuerpo directivo deja cesante a especialistas”, señala en tono molesto, de lo que considera como desmantelamiento del recurso humano calificado.
Tampoco entiende que se encuentren esperando 19 pacientes por el turno quirúrgico, cuando recientemente inauguraron el quirófano de neurocirugía y que cuenta con equipos de alta tecnología. “¡Todo por hacer ver que el hospital está trabajando!”, criticó y también lamentó la salida de oftalmólogos por expedientes administrativos.
Golpe de vida
“Hoy lloramos de impotencia ante la muerte de Zugeidy Ferrer, quien estuvo recluida en el hospital central”, susurra Francia Ángulo, de su amiga que padecía cáncer de ovario. Ella ha vivido de cerca el drama del paciente oncológico que amerita tratamiento o intervención pues batalló 4 años con su hermana Ana, quien muere y luego recae su suegra de 79 años, ambas por cáncer de mama.
Sufrió junto a Ana que presentó metástasis en el hígado, pulmón y columna. Buscó opciones en Puerto La Cruz y Caracas, gracias al aporte de vendimias. Tanto esfuerzo y los ciclos de quimioterapias eran a destiempo. El desgaste llegó al punto, que cuando no tenían como trasladarse, les tocaba regresarla en sillas de ruedas, del hospital hasta San José.