La jornada de estas elecciones convocadas por el régimen de Nicolás Maduro, murieron antes de nacer. Hay que tener presente que el fraude está cantado desde el 5 de marzo del 2013 cuando Maduro fue reelecto bajo cuestionadas condiciones.
El día de hoy fue un domingo normal, con la excepción de que en Caracas – y de seguro en gran parte del territorio nacional – las colas por la gasolina sin duda fueron más largas que las de los votantes.
Como es costumbre, el centro de votación que vivió una aparente “normalidad electoral” fue la E.U Andrés Bello, siendo este uno de los más grandes de la capital, en el que sufraga la actual presidenta del Centro Nacional Electoral (CNE) del TSJ Indira Alfonso. Era de esperarse que siendo un personaje mediático, iba a estar la foto acompañada de un aparente electorado activo y abundante.
Pero la realidad en el 90% de los centros electorales es inocultable. Los pocos, o casi ningún elector a puertas de los colegios, fue lo que marcó la jornada.
A pesar de que el régimen enfatizó en que no habría puntos rojos en los centros electorales, no fue así. La coacción del voto estuvo presente a las puertas de los colegios en las zonas populares, donde luego de votar debías pasar por el punto a firmar, en muchos casos se otorgó cajas de comida y en otros fue registrado y solicitado el carnet de la patria.
Por denuncias de votantes a puertas de los centros, se pudo conocer que hubo mesas que no abrieron o lo hicieron tarde, se hizo uso de los recursos del Estado para movilizar personas a centros de votación, siendo esto un acto de corrupción.
Los venezolanos a estas alturas están conscientes que voten 5 o voten 10MM el resultado será el mismo.
Sin conocer por quién se está votando, por no permitir observación internacional, por secuestrar partidos y en algunos casos, por usurpar identidad de medios en ruedas de prensa para hacer creer legitimidad, estas votaciones no pueden llamarse elecciones.
Y de esta manera el régimen logra cerrar el ciclo de las instituciones democráticas en Venezuela, y el venezolano comprueba y evidencia el más del 86% de rechazo qué hay hacia Nicolás Maduro.
HUMBERTO PRADO SIFONTES
Comisionado Presidencial para los Derechos Humanos y Atención a las Víctimas