En las vísperas del show electoral patrocinado por la cúpula del Palacio de Miraflores, Nicolás Maduro presentó al expresidente boliviano, Evo Morales Ayma, como uno de los observadores de los polémicos comicios que la comunidad internacional de antemano no reconoce.
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Morales, quien perdió en poder en Bolivia luego de que la Organización de Estados Americanos (OEA) ratificara un fraude en las elecciones presidenciales de 2019, será uno de los invitados especiales del régimen chavista.
“Tenemos a unos invitados especiales en Miraflores. Evo Morales está como veedor electoral”, comentó Maduro en la pantalla de la televisora estatal justo antes de la aparición del político boliviano. “Vamos a reunirnos con delegaciones de Rusia, Turquía e Irán”, agregó el vocero chavista.
“Muy contento, hermano Maduro es un honor estar acá”, fue la repuesta de un Morales ataviado con mascarilla.
Lo insólito del asunto es la descarada recepción de Morales en Miraflores, cuando se supone que ha sido invitado por el supuesto Poder Electoral y no por Maduro, líder de uno de los partidos incluidos en la ya atropellada y arbitraria farsa.