El ministro de Justicia de Brasil, André Mendonça, dio positivo por coronavirus, según informó este martes su despacho, en momentos en que el país empieza a dar señales de que puede estar entrando en una segunda ola de la pandemia.
Fuentes del Ministerio de Justicia explicaron que Mendonça, de 47 años, “está bien y permanecerá aislado en su domicilio durante las próximas semanas”.
Mendonça se suma a otros 12 de los 23 miembros del gabinete del presidente Jair Bolsonaro que ya han contraído la covid-19, que el propio mandatario sufrió en julio pasado.
El último en ser víctima de coronavirus fue el ministro de Salud, el general Eduardo Pazuello, quien llegó a estar hospitalizado unos días el mes pasado, pero ya se encuentra totalmente recuperado.
Bolsonaro es uno de los mandatarios más negacionistas respecto a la gravedad de la pandemia, que para muchos especialistas ya inicia en Brasil una segunda ola, aún cuando todavía no se ha superado del todo la primera.
Brasil es uno de los países más afectados en el mundo y, según el último boletín oficial, hasta este lunes sumaba 169.485 fallecidos y casi 6,1 millones de casos.
En las últimas semanas, los expertos han alertado sobre un rápido aumento de las tasas de ocupación de camas de terapia intensiva en los hospitales de algunas de las ciudades más afectadas del país, como Sao Paulo y Río de Janeiro.
Asimismo, el Imperial College de Londres, una referencia mundial sobre el comportamiento de la pandemia, ha informado que, en el caso de Brasil, la tasa de contagio está en alta desde hace semanas y ha alcanzado un nivel de 1,30, lo cual sugiere que la expansión del virus podría estar entrando otra vez en un cierto descontrol.
El Gobierno, sin embargo, ha negado la posibilidad de que el país esté viviendo una segunda ola e insiste en que los brasileños deben centrarse en la recuperación de la economía, que por el impacto de la covid-19 se calcula que sufrirá este año una contracción en torno al 4,8 %.
El propio Bolsonaro, líder de una negacionista ultraderecha, calificó hace dos semanas a la segunda ola, que ya sufren Europa y otras regiones del mundo, como “conversinha”, una palabra que en portugués puede significar tanto rumor como mentira.
También se quejó públicamente de quienes “amedrentan” a la sociedad con una posible segunda ola de coronavirus y exigió a los brasileños que “no sean maricas” y entiendan que la enfermedad debe ser “enfrentada”, pues recuperar la economía es “vital”.
EFE