El presidente Emmanuel Macron visita este lunes la tumba de Charles de Gaulle en Colombey-les-deux-Eglises (noreste de Francia) donde el general vivió sus últimos meses retirado de la vida pública, en el 50º aniversario de la muerte de esta figura fundacional de la resistencia en la Segunda Guerra Mundial y la Quinta República.
Macron recordó en un vídeo que De Gaulle (1890-1970), presidente de 1944 a 1946 y de 1958 a 1969, tenía “una confianza inquebrantable en el destino de Francia” y consideraba que su nación “es fuerte cuando se mantiene unida”.
El pequeño pueblo de unos 700 habitantes donde veraneaba De Gaulle, y que escogió para pasar sus últimos meses de vida, espera la visita este lunes del presidente Macron y de su mujer Brigitte.
Se realizará una sobria ceremonia, a causa de la pandemia de covid-19, y solo asistirán unas treinta personas, entre las que figuran miembros de la familia De Gaulle.
Este desplazamiento es el colofón a los homenajes del llamado “año De Gaulle”, que celebra los 130 años de su nacimiento, el 80 aniversario del Llamamiento del 18 de junio de 1940 que inició la resistencia francesa contra el invasor nazi y los 50 años de su muerte.
Símbolo de la resistencia a la ocupación nazi, impulsor de la Quinta República, de los procesos de descolonización de Argelia y del África subsahariana, así como de la fuerza de disuasión nuclear francesa, Charles de Gaulle se ha convertido en una figura protectora reivindicada por igual tanto por la extrema derecha como por la extrema izquierda.
“Su atractivo es incontestable, basta con mirar los sondeos, su popularidad no tiene parangón en la historia francesa”, apunta Eric Roussel, autor del libro “De Gaulle monument français” (De Gaulle, monumento francés).
AFP