Un día de abril de 2017, un hombre que se hacía llamar Ben Bilemy salió andando de un parque al norte de la ciudad de Nueva York. No llevaba teléfono móvil, ni documentación, ni tarjetas, ni cartera; solo una mochila, unos vaqueros y un fajo de billetes. En la primera parte del camino, en sus primeros encuentros, se identificaba como Denim (ropa tejana). Pero este no era su nombre real. Tampoco Ben Bilemy. Es habitual que en Estados Unidos los caminantes que recorren el país adopten un seudónimo. Luego pasó a hacerse llamar Mostly Harmless (mayormente inofensivo), un sobrenombre inspirado en una novela de ciencia ficción, aunque quizás lo eligió porque se consideraba realmente así. El hombre solía contar a aquellos con los que trababa conversación que había trabajado en el sector tecnológico. En algunos casos decía que era de Luisiana y en otros de Milwaukee.
Por JORDI PÉREZ COLOMÉ / elpais.com
Más de un año después de su partida, en julio de 2018, otros dos caminantes divisaron una tienda amarilla en el parque Big Cypress, al sur de Florida, a 2.000 kilómetros de Nueva York. En el interior estaba el cuerpo de Mostly Harmless, extremadamente delgado y sin signos de violencia. La autopsia no pudo establecer la causa de su muerte. “Indeterminada”, señala el documento médico. Con 1,76 de estatura solo pesaba 40 kilos. Los forenses establecieron su edad entre 35 y 50 años. No encontraron sustancias químicas en el cadáver ni detectaron que padeciera enfermedades crónicas. Desde entonces, miles de personas intentan descubrir en Internet quién era Mostly Harmless. A pesar de múltiples fotos, distintos detalles y un podcast nadie ha encontrado la pista definitiva. La búsqueda sigue.
Sus huellas dactilares no están en ninguna base de datos de las fuerzas de seguridad. En la base de datos de la principal organización que busca desaparecidos hay más de 13.000 personas, pero ninguna coincide con Mostly Harmless. Además, pocas tienen tantas fotos e investigación detrás.
Mostly Harmless quería ir, según contó a algunos senderistas durante su andadura, hasta Key West, el punto más al sur de Estados Unidos, donde acaba el camino. Se quedó a pocos kilómetros. Su ruta pasaba por el camino de los Apalaches, una de las grandes vías pedestres del país. El misterioso caminante era discreto, pero no arisco. Jennifer Vickers, una mujer negra de 70 años compartió más de 100 kilómetros de viaje con él. Fue quien le oyó usar el alias de Ben Bilemy cuando se registraba en algún albergue. “Comía chocolatinas M&M, estaba obsesionado por las distancias entre puntos y quería ver un oso”, contó la mujer al autor Jason Nark, una de las personas que más ha investigado sobre este misterio. En un artículo, Nark cuenta cómo examinó las multas impuestas por acampada ilegal o los vehículos retirados en el parque de Nueva York desde donde inició su aventura. El objetivo era descubrir el nombre real del caminante, pero las leyes de privacidad del país impiden revelar las identidades de los infractores.
Nark también pidió a las autoridades poder acceder al cuaderno que llevaba Mostly Harmless al morir. Había mucho código informático, pero ni un solo detalle personal. Hay páginas dedicadas a un proyecto sobre un videojuego de rol. También hay muchas referencias a Screeps, un juego para programadores en el que hay que escribir en el lenguaje JavaScript. Un doctorando de Tennessee repasó durante meses miles de alias usados para jugar a Screeps comprobando si había alguno que encajara con Mostly Harmless. Sin suerte.
En el imaginario colectivo, Mostly Harmless representa la idealizada imagen de quien sale un día por la puerta, sin más equipaje que lo que puede cargar, sin siquiera su viejo nombre, para regresar de vuelta a la naturaleza, andar hasta el fin del camino: más allá de Key West solo está el mar. El día que se descubra su identidad, la realidad puede ser más macabra o simple, pero hasta entonces el misterio de Mostly Harmless es llamativo. No solo eso: ¿cómo puede ser la identidad de alguien tan difícil de trazar en la época en que todos tenemos un rastro digital? ¿De qué mundo viene Mostly Harmless?
En el camino es habitual cruzarse con alguien, tener una conversación profunda y no volver a saber nada de la otra persona. Eso le ocurrió a otro caminante en un albergue de Springer Mountain, cerca de Atlanta, en Georgia. Así cuenta el encuentro Nark: “Hablaron hasta tarde en la noche y la conversación acabó siendo profunda. Denim dijo que su padre era un abusador y que no hablaba ni con él ni con su madre. Pero mencionó a una hermana y que tenía una exnovia. También hablaron de ciencia ficción, específicamente de Doctor Who [serie británica estrenada en 1963]”.
La forma de morir es otro de los detalles intrigantes. ¿Pudo perecer de inanición? Tenía comida con él y 3.640 dólares (3.062 euros). Estaba en un parque natural, pero a menos de 10 kilómetros de la autopista. ¿Cuántos días tuvo que estar allí hasta morir de causas naturales? Dentro de su organismo solo había ibuprofeno y antihistamínicos. La última vez que se le vio fue en abril, muy cerca del parque; pero murió en julio. La autopsia determinó que no llevaba mucho tiempo muerto, teniendo en cuenta además el calor del sur de Florida. ¿Qué hizo durante esas semanas?
Dos de los principales grupos de Internet dedicados a este misterio están en Facebook y Reddit. Entre ambos reúnen a más de 8.000 personas. Las teorías, las preguntas, los comentarios que se lanzan allí son de todo tipo: “la teoría de una enfermedad como posible causa de muerte”, “¿qué escondía en su oscuro pasado?”, “sobre su acento” o supuestas imágenes “alternativas” de su cara, como las incluidas en este post de Reddit.
Uno de los filones principales de estos grupos de Internet es aventurar parecidos con personas que podrían ser el misterioso caminante. El investigador Nark insistió con la semejanza entre Mostly Harmless y un hombre de Colorado que acabó enviándole un mensaje: “Oye, yo estoy vivo”.
La primera persona que acudió a la policía tras su muerte fue Kelly Fairbanks, que se dedica a ayudar a caminantes que pasan por el norte de Florida. Ella contó que había preguntado a Mostly Harmless si llevaba la app de la ruta de Florida. Le respondió que no, que no llevaba móvil porque quería desconectar. Entonces le enseñó un papel con un mapa de Florida y una línea marcada donde debería estar el camino. “Me pareció una persona supermaja, con unos ojos muy amables. Ir por el camino sin referencias es de ingenuos, creo que es una mala decisión. Me despedí deseándole buen camino”, dijo.
En verano de 2020, una empresa que se dedica a las pruebas de ADN ofreció ayuda para resolver el misterio. En agosto lograron secuenciar el genoma de Mostly Harmless a partir de un hueso que les mandó el sheriff encargado. Visto que en las bases de datos no hay ningún ADN que encaje con el suyo, el objetivo ahora es encontrar a parientes cercanos, construir su árbol genealógico. Es una técnica que se ha usado en los últimos años para resolver crímenes históricos. Es un proceso que llevará meses y costará 5.000 dólares (4.200 euros), según la empresa. Nadie quería pagarlo, así que el grupo de Facebook logró el dinero en una semana.
Un nuevo artículo en la revista Wired ha dado aún más opciones de averiguar quién fue Mostly Harmless. Todos han olvidado que su deseo era desaparecer sin dejar rastro.