Una de las zonas más reconocidas y recorridas por los venezolanos a cualquier hora del día es la encantadora Sabana Grande, un sitio que en su pasado era un paso hacia el este de la capital rodeado por haciendas cafetaleras que con el pasar de los años renació entre luces de neón al mejor estilo de las Vegas o Broadway.
lapatilla.1eye.us | Katerín García
Algo de no creer ¿Cierto?, pero sí, Sabana Grande en su momento más opulento en la década de los 60´s, era un paseo repleto de luces, cafés, restaurantes, joyerías, hoteles de lujo, librerías, tiendas y hermosos centros de calle engramados y florecientes.
Una zona digna de tener los mejores visitantes, entre ellos literatos, artistas, pensadores y comensales en busca de un sitio agradable y chic en la ciudad a los pies del Ávila, como
Gabriel García Márquez, el escritor Henri Charriere, el diseñador de alta costura Christian Dior o actrices de la talla de Claudia Cardinale y Brigitte Bardot.
Sin embargo, en este tiempo y hasta el existe un tema que no ha cambiado “las malas ocupaciones”, como lo definió lo definió Rodolfo Quintero (1978).
Entonces, uno de los paseos más icónicos fue tomando forma como la metrópoli adolescente, que siguió creciendo tras la llegada de Metro de Caracas en 1975, cuando ya la Calle Real de Sabana Grande fue convertida en un bulevar peatonal.
En el relato anterior, el cual refiere parte de la historia de Sabana Grande, dejamos la puerta abierta para una segunda entrega, continuando el encuentro histórico, esta vez enfocado a la comparación fotográfica entre los años dorados y la decadente actualidad de este sitio en la capital venezolana.
Década de los 60´s: Un espacio bohemio, agrupador de intelectualidad
2020: Una mirada actual y poco alentadora en pandemia