El pasado 22 de marzo, entró en rigor la suspensión de pagos de arrendamiento tanto de uso comercial como los utilizados para vivir.
Por Bárbara Mendez Jaimes / Descifrado
Dicha medida fue impuesta por 6 meses a causa de la cuarentena que enfrenta el país, pero fue extendienda por otros seis meses más a través del decreto N° 4.279, publicado en la Gaceta Oficial N° 41956, de fecha 2 de septiembre.
La decisión acarreó una serie de confusiones respecto a su implementación y finalmente, se lograron una serie de acuerdos entre el arrendador y el arrendatario.
En el caso de las bombas de gasolina esto ha sido una cuestión variopinta por la actual situación de escasez de combustible.
Una bomba alquilada
Petra cuenta que ella es la administradora de una bomba y tras el anuncio de la suspensión, ella, los dueños de la estación y los inquilinos de la misma entraron en un dilema.
Agrega que el primer escenario fue confuso porque la bomba estaba cerrada y era obvio que no estaban generando ingresos. Ante esto se discutió la posibilidad de pagar al menos el 70% de canon en la fecha siempre pautada e ir negociando el 30% restante en la medida de las posibilidades.
Ésto sólo se efectuó el primer mes. Posteriormente se acordó que para evitar deuda seguirían haciendo el debido pago y en caso de no poder, lo notificarían.
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