La empresa india Reliance Industries, uno de los pocos socios con los que todavía PDVSA intercambia su escasa producción, está a punto de terminar esa relación.
Por Fiorella Tagliafico / Descifrado
Esa corporación petrolera acordó comprar dos millones de barriles de crudo pesado canadiense por mes, dijeron tres fuentes de la industria, como sustituto del menguante suministro venezolano, reseñó Primer Informe.
El acuerdo, grande para Canadá, muestra cómo los compradores globales están luchando por nuevas fuentes de petróleo pesado. La producción de Venezuela se ha derrumbado en los últimos años, tras casi dos décadas de administración deficiente y corrupta bajo el régimen chavista.
Reliance opera la instalación de refinación más grande del mundo, no es la única que está cortando lazos con la estatal petrolera venezolana.
El acuerdo de compra de crudo de Reliance Industries con empresas de Canadá durará seis meses, dijeron dos fuentes que conocen los detalles de la negociación. Otra fuente indicó que el acuerdo está activo a partir del último trimestre de 2020.
La destrucción de PDVSA a manos de los regímenes de Hugo Chávez y luego Nicolás Maduro, ha significado oportunidades para otros países petroleros.
Con “el colapso de la producción de Venezuela, [la demanda] debe ser satisfecha por alguien”, dijo una fuente de la industria canadiense, que no estaba autorizada para hablar públicamente.
México, otro importante productor de crudo pesado, también ha visto caer su propia producción, ya que la petrolera estatal Pemex se ha visto agobiada por deudas que han afectado su operatividad.
Canadá depende en gran medida de las ventas de petróleo a Estados Unidos. Ese país compró el 97% del crudo canadiense exportado en julio, de acuerdo con los datos más recientes disponibles de Statistics Canada.
La industria petrolera canadiense ha luchado durante años con grandes descuentos para su crudo pesado, debido en gran parte a los oleoductos congestionados que lo llevan a las refinerías estadounidenses.
Este año, los productores han reducido la producción debido a que la pandemia ha aplastado la demanda, lo que ha ayudado a elevar los precios.
El crudo pesado canadiense para entrega en noviembre se negoció el jueves a 10,80 dólares por barril menos que el índice de referencia de América del Norte.