La oposición bielorrusa reúne testimonios para denunciar al presidente Alexandr Lukashenko ante la Corte Penal Internacional (CPI), según anunció Valeri Tsepkalo, aspirante a la Presidencia de Bielorrusia que se exilió tras recibir amenazas él y su familia.
“Sabemos que las crueldades y los asesinatos que han tenido lugar se han perpetrado por orden directa de Lukashenko”, señaló el opositor en un vídeo publicado en Youtube.
Exembajador de Lukashenko en EE. UU. y en México, Tsepkalo se pasó a la oposición y no pudo inscribir su candidatura presidencial para las elecciones de 9 de agosto pasado porque la autoridad electoral alegó que no había conseguido las 100.000 firmas necesarias.
“Actualmente estamos reuniendo la información necesaria. Recogimos testimonios de la gente que ha sufrido la represión por este régimen, sobre todo en los primeros días de las llamadas elecciones presidenciales”, dijo.
Tsepkalo llamó a los ciudadanos a aportar datos y documentos, que “serán presentados en los tribunales internacionales”.
“Se requieren hechos. No bastan imágenes, las personas deben identificarse, declarar cuándo, cómo y por quién fueron detenidos. Si esto último no es posible, se debe detallar las circunstancias de la detención”, añadió.
El opositor subrayó que estos testimonios documentados serán presentados en el Tribunal de La Haya, para lo cual está trabajando un “grupo de juristas extranjeros”.
Al mismo tiempo expresó su confianza en que al régimen de Lukashenko no le queda mucho tiempo y que será el propio pueblo bielorruso el que juzgará sus crímenes.
La ONG Human Rights Watch (HWR) también denunció, por medio de un comunicado, que miles de personas fueron detenidas arbitrariamente tras las elecciones por las fuerzas de seguridad, que les “sometieron sistemáticamente a cientos de torturas y otros malos tratos”.
“Las víctimas describieron palizas, (…) descargas eléctricas y, al menos en un caso, una violación”, indicó HWR.
Según la ONG, seis de las personas entrevistadas fueron hospitalizadas y la policía mantuvo a los detenidos bajo custodia durante varios días, a menudo incomunicados, hacinados y sin condiciones higiénicas.
“La brutalidad radical de la represión muestra hasta dónde son capaces de llegar las autoridades bielorrusas para silenciar al pueblo, pero decenas de miles de manifestantes pacíficos continúan exigiendo elecciones justas y justicia por los abusos”, declaró Hugh Williamson, director para Europa y Asia Central de HWR.
La ONG llamó a la ONU y a la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) a “iniciar urgentemente investigaciones” para llevar a los tribunales a los responsables de las graves violaciones de los derechos humanos en Bielorrusia.
EFE