Los hielos de debajo de la superficie del glaciar Shirase, en la Antártida oriental, se derriten a un ritmo inesperadamente alto, informan científicos japoneses.
El proceso fue detectado en 2017, durante la 58.ª Expedición de Investigación Antártica Japonesa. Entonces, los investigadores midieron la temperatura, la salinidad y la oxigenación del agua en 31 puntos de la bahía Lützow-Holm, en la que el glaciar vierte su hielo al océano.
“Nuestros datos sugieren que el hielo directamente debajo de la lengua del glaciar Shirase se está derritiendo a un ritmo de entre siete y 16 metros por año. Esto iguala o tal vez incluso supera la velocidad de derretimiento debajo de la plataforma de hielo de Totten, que se pensaba que tenía la tasa de derretimiento más alta en la Antártida oriental, de 10 a 11 metros por año”, cita un comunicado de la Universidad de Hokkaido a un miembro del equipo científico, Daisuke Hirano.
Según suponen los investigadores, el derretimiento se debe a una corriente submarina cálida que llega hasta la base del glaciar. El proceso dura todo el año, aunque a diferentes velocidades en distintas épocas del año, ya que, cuando en verano los vientos del este disminuyen, la corriente y el derretimiento del glaciar se intensifican.
Al ser la mayor reserva mundial de agua dulce, los hielos de la Antártida podrían elevar el nivel del mar en 60 metros si se derritieran completamente y son un factor determinante del clima del planeta. “Planeamos incorporar estos y futuros datos en nuestros modelos de computadora, lo que nos ayudará a desarrollar predicciones más precisas de las fluctuaciones del nivel del mar y el cambio climático”, señala Hirano.
Los resultados del estudio vieron luz este lunes en la revista Nature Communications.