Así son las últimas comidas y palabras de condenados a muerte en EEUU

Así son las últimas comidas y palabras de condenados a muerte en EEUU

Referencia

 

El 6 de agosto de 1890 se utilizó por primera vez la silla eléctrica en Estados Unidos con William Kemmler quien fue ejecutado en la prisión Auburn, en el estado de Nueva York.

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Martha Place fue la primera de las 26 mujeres ejecutadas en la silla eléctrica en Estados Unidos. Murió el 20 de marzo de 1899, por haber asesinado a su hijastra, Ida Place

El 3 de mayo de 1946, Willie Francis, un muchacho afroamericano de apenas 16 años de edad, era llevado desde el corredor de la muerte en la Penitenciaría Estatal de Luisiana para ser ejecutado en la silla eléctrica acusado de asesinar en diciembre de 1944 a Andrew Thomas, el propietario de la farmacia donde trabajaba como “chico de los recado”.

Actualmente la temida silla eléctrica quedó en la historia, siendo una inyección letal la encargada de acabar con la vida de aquellos condenados a la pena capital y son 29 los estados que aún tienen este método legalizado bajo la Octava Enmienda a la Constitución de los Estados Unidos a homicidios agravados por adultos mentalmente competentes

Camilla para inyección letal – Infobae

 

Sin embargo, las comidas que les dan a los condenados son a petición de los mismos y estas son algunas de los platos que solicitaron algunos de ellos en los 90.

 

La última comida de Clydell Coleman, ejecutado el 5 de mayo de 1999.

 

Sus últimas palabras fueron

“¿Qué se siente pedir una última comida antes de ser ejecutado por un crimen que puedes o no haber cometido?”.

Esta es la pregunta que se hizo la fotógrafa estadounidense Jackie Black, quien recreó en su ensayo fotográfico la última comida solicitada por prisioneros en el corredor de la muerte en Estados Unidos, antes de ser ejecutados.

“Si nos ponemos frente a esa comida, quizás podamos sentir cómo es esa experiencia”, dice.

“Quizás podamos cuestionar nuestros propios motivos y complicidad con el sistema judicial”, añade.

“Tal vez podamos sentir empatía por la persona condenada”.

 

David Wayne Stoker

 

Ejecutado el 16 de junio de 1997, operador de maquinaria pesada/carpintero. Últimas palabras: “Lamento mucho tu pérdida… pero yo no maté a nadie”.

 

Anthony Ray Westley

 

Ejecutado el 13 de mayo de 1997, obrero. Últimas palabras: “Quiero que sepan que yo no maté a nadie. Los quiero a todos”.

 

Thomas Andy Barefoot

 

Ejecutado el 30 de octubre de 1984, obrero en pozos petroleros

Sus últimas palabras fueron

“Espero que algún día podamos mirar el mal que estamos haciendo ahora mismo, como las brujas que quemamos en la hoguera”.

“Quiero que todos sepan que no tengo nada en contra de ellos. Los perdono a todos. Espero que todos a los que les he hecho algo me perdonen. He estado orando todo el día para que la esposa (de la víctima) saque la amargura de su corazón, porque esa amargura que está en su corazón la enviará al infierno con tanta seguridad como cualquier otro pecado”.

“Siento todo lo que le haya hecho a cualquier persona. Espero que me perdonen”.

 

James Russell

 

Ejecutado el 19 de septiembre de 1991, músico; sus últimas palabras duraron tres minutos, pero no fueron transcritas o grabadas.

 

Jeffrey Allen Barney

 

Ejecutado el 16 de abril de 1986. Últimas palabras “Siento lo que hice. Me merezco esto. Jesús, perdóname”.

 

Johnny Frank Garrett

 

Ejecutado el 11 de febrero de 1992, obrero. Últimas palabras “Me gustaría agradecer a mi familia por amarme y cuidarme. Y el resto del mundo puede besarme el trasero”.

 

William Prince Davis

 

Ejecutado el 14 de septiembre de 1999, techador

Sus últimas palabras fueron

“Me gustaría decirle a la familia lo mucho que siento en mi alma y en el fondo de mi corazón el dolor y la miseria que he causado con mis acciones…”.

“Me gustaría agradecer a todos los hombres en el corredor de la muerte que me han mostrado amor a lo largo de los años. Espero que al donar mi cuerpo a la ciencia, algunas partes de él puedan usarse para ayudar a alguien…”.

“Eso es todo lo que tengo que decir, alcaide. Oh, me gustaría decir, para terminar, ¿qué pasa con esos cowboys?”.

 

Gerald Lee Mitchell

 

Ejecutado el 22 de octubre de 2001, carpintero

Sus últimas palabras fueron

“Lamento el dolor. Lamento la vida que te quité. Le pido perdón a Dios. Y te pido lo mismo. Sé que puede ser difícil. Pero lamento lo que hice”.

“Para mi familia, los amo a todos y a cada uno de ustedes. Sean fuertes. Sepan que mi amor siempre está con ustedes, siempre. Sé que voy a ir a casa para estar con el Señor. Derramen lágrimas de felicidad por mí”.

 

James Beathard

 

Ejecutado el 9 de diciembre de 1999, mecánico de motocicletas

Después de su juicio, el testigo clave de la acusación se retractó de su testimonio y tres miembros de la junta de libertad condicional recomendaron el indulto.

Sus últimas palabras fueron

“Quiero comenzar reconociendo el amor que he tenido en mi familia. Ningún hombre en este mundo ha tenido una familia mejor que la mía. Tuve los mejores padres del mundo. He tenido la vida más maravillosa que cualquier hombre pudo haber tenido. Nunca he estado más orgulloso de nadie que de mi hija y mi hijo”.

“Hay un par de asuntos de los que quiero hablar, ya que esta es una de las pocas veces que la gente escuchará lo que tengo que decir. Estados Unidos ha llegado a un lugar ahora donde hay cero respeto por la vida humana. Mi muerte es solo un síntoma de una enfermedad mayor”.

“En algún momento, el gobierno tiene que despertar y dejar de hacer cosas para destruir otros países y matar a niños inocentes. El embargo y las sanciones en curso contra lugares como Irán, Irak, Cuba y otros lugares, no están haciendo nada para cambiar el mundo y están lastimando a niños inocentes”.

“Quizás lo más importante en muchos sentidos es que lo que le estamos haciendo al medio ambiente es aún más devastador porque mientras sigamos en la dirección en la que vamos, el resultado final es que no importará cómo tratemos a otras personas porque todos en el planeta estarán de salida”.

“Una de las pocas formas en el mundo en que la verdad va a salir a la luz, o que la gente va a saber lo que está pasando, (es) siempre que apoyemos una prensa libre. Veo que la prensa lucha por seguir existiendo como una institución libre”.

Estas imágenes son representativas y las recreó  Jackie “Last Meals” se exhibió en el Parrish Art Museum, en Nueva York, hasta el 31 de enero de 2021.

Con información de La Vanguardia y Ecuavisa