Cuba cumple este sábado tres semanas sin muertes por COVID-19, en medio de un repunte en los contagios -25 en el día- que preocupa a las autoridades de la isla y ha estancado el avance de La Habana en el plan de reapertura.
Con los positivos de este sábado el país acumula ya 2.633 pacientes confirmados, de los que se han recuperado 2.367, para un 90 % del total, informó el director de Epidemiología del Ministerio cubano de Salud Pública (Minsap), Francisco Durán, en su comparecencia televisiva habitual.
El recuento de fallecidos se mantiene en 87 desde el sábado 11 de julio.
De los 25 contagiados, siete son viajeros procedentes de Estados Unidos y Venezuela, en uno no se identifica la fuente de contagio y el resto se infectó al entrar en contacto con otros enfermos. Por primera vez en semanas, se diagnostica un ciudadano extranjero: un francés de 43 años residente en la capital.
La Habana, la única región del país aún en la fase 1 de reapertura, reportó once enfermos, mientras que la cercana Artemisa (en fase 3) registró siete, todos relacionados con un reciente brote, que ya acumula más de 70 infectados y ha provocado el cierre de la localidad de Bauta, donde se originó.
Este “evento epidemiológico”, uno de los mayores desde el inicio de la epidemia en la isla, provocó que Artemisa sobrepasara hoy a La Habana en número de casos activos (75 frente a los 73 de la capital) y ha sido una de las causas del repunte de infectados en el país, que pasó de no registrar contagios el 20 de julio pasado a anunciar 37 una semana después.
Los positivos de este sábado se detectaron entre 3.502 muestras PCR completadas la víspera, lo que eleva a 267.649 el total de estos test realizados en la isla, complementados por miles de kits rápidos.
En hospitales cubanos permanecen ingresados 459 pacientes, de ellos 177 confirmados con coronavirus, de los que solo uno se encuentra en estado crítico.
Otras 3.531 personas se encuentran aisladas en sus hogares por ser sospechosas de portar el virus, una cifra que continúa en incremento sostenido y que contrasta con las poco más de 300 reportadas hace solo unos días.
Estancada en la fase 1 de la reapertura desde el pasado 3 de julio, La Habana es el único territorio rezagado en esa etapa, que elimina algunas de las restricciones más duras impuestas al inicio de la pandemia, mientras la vecina provincia de Mayabeque se halla en fase 2.
El resto de las 15 provincias y la Isla de la Juventud se encuentran en la tercera y última fase del plan de desescalada, que restablece a pleno rendimiento las actividades económicas y productivas, los servicios de salud y todos los trámites burocráticos, si bien el uso de la mascarilla en espacios públicos y cerrados sigue siendo obligatorio.
EFE