Varios eurodiputados, incluido los jefes de los grupos socialistas y demócratas, expresaron su preocupación el domingo ante la intención del gobierno conservador nacionalista polaco de denunciar la Convención de Estambul, tratado que lucha contra la violencia hacia las mujeres.
“Es vergonzoso que un Estado miembro de la UE quiera retirarse de la Convención de Estambul”, tuiteó la española Iratxe García Pérez, presidenta del grupo S&D en el Parlamento europeo, que mostró su apoyo “a los ciudadanos polacos que salen a la calle para exigir respeto por los derechos de las mujeres”.
El rumano Dacian Ciolos, presidente del grupo Renew, señaló por su parte en la misma red social que “la lucha contra la violencia hacia las mujeres no es una ideología, sino una obligación moral”.
Miembros del gobierno polaco anunciaron recientemente la intención de Varsovia de retirarse de la Convención de Estambul, un tratado adoptado en 2011 por el Consejo de Europa (que reúne a 47 países) y primera herramienta supranacional que fija normas jurídicamente vinculantes para impedir la violencia de carácter sexista.
Polonia había firmado este convenio en 2012, cuando gobernaba en el país una coalición de centro, y lo había ratificado tres años después.
Preguntado por la AFP, un portavoz de la Comisión Europea declaró que la institución “lamenta que una cuestión tan importante haya sido distorsionada por argumentos engañosos en algunos Estados miembros”.
Añadió que Bruselas continuaba “sus esfuerzos para finalizar la adhesión de la UE a la Convención”, firmada en 2017 pero aún sin ratificar.
Otros eurodiputados reaccionaron el domingo en Twitter, como el ex primer ministro belga Guy Verhofstadt, que calificó este intento polaco de “escandaloso”, o el irlandés Frances Fitzgerald, del grupo PPE (derecha), que reclama “la ratificación de la convención a nivel europeo”.
AFP